CURSO DE HOMEOPATÍA INTEGRAL
(SInfonía en SI Mayor)
LOS NUEVE ROSTROS DEL SANADOR INTEGRAL
(SInfonía en SI Mayor)
LOS NUEVE ROSTROS DEL SANADOR INTEGRAL
1. Homeoenseñanza (Fuerzas Homeopáticas desde la
Educación)
En el tema Introducción a la Homeopatía Integral dijimos que hemos de “seguir aprendiendo y
enseñando, enseñando y aprendiendo”. De eso precisamente se trata en nuestra
Asignatura 1, Educación… Señalamos
también que “El ‘similia similibus curentur’ implica poner
en acción no sólo ‘fuerzas curativas materiales’ en beneficio de un enfermo,
sino también –y sobre todo- ‘fuerzas
curativas no materiales’”. Esta Primera Asignatura
provee, precisamente, las primeras Fuerzas Homeopáticas no materiales o
“invisibles” (orientación, educación, palabra, actitudes, ejemplo,
preocupación, etc.) que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos
para bien de nosotros y de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura
Educación le llamaremos frecuentemente “Homeoenseñanza”, para recordar que
de todo lo que pudiera leerse-estudiarse-aprenderse sobre la Educación, sus
Disciplinas afines (Pedagogía, Psicología educativa, etc.), y sus diversas
corrientes (Estructuralismo, Pensamiento complejo, etc.), lo que nos interesa en el sentido práctico de la Medicina es lo que
aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de los que nos
rodean… Sin discutir, por ejemplo, si “la letra con sangre entra” (en
referencia a la “sangre” del alumno a través de la disciplina o el castigo que
se le proporciona) es o no un “principio” realmente “educativo” desde el punto
de vista de la Educación, nosotros no insistiríamos en lecturas y reflexiones
sobre tal “principio” desde el punto de vista de la Homeopatía, pues se
trataría de un principio “alopático” o “enantiopático” y que de ninguna manera
sería Fuerza Homeopática –a no ser que la “sangre” a la que se
refiriera el “principio” fuera la del maestro en el sentido de su propia
disciplina, esfuerzo y sacrificio en favor de sus educandos-…
Conforme a lo señalado en la
introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Educación y a su Homeoenseñanza le correspondería el
Color Negro, el color que inicia,
“desde abajo”, el despliegue del Arco Iris… El Negro es el color más enigmático
y se asocia a lo desconocido, al
silencio, al infinito y a la fuerza pasiva femenina… El Negro representa el
poder, la muerte, el misterio, el renacimiento…
Representa también autoridad, fortaleza, rebeldía, austeridad, vida interior, profundidad, calma, soledad, dignidad, elegancia, nobleza,
protección, previsión, orden, prestigio, rectitud… El Negro es el color de la noche, y en heráldica
representa el dolor… Finalmente, al
ser la ausencia de color se puede utilizar de fondo para resaltar prácticamente cualquier tono. Es el
color de la receptividad absoluta, pues el Negro no rivaliza con los
demás colores, sino que los realza y recalca… Todas estas características del
Negro nos hablan y enseñan ya acerca de la Educación…
¿No es ese el “color primordial” de
la oscuridad informe y vacía, antes del “¡Fiat
Lux!” (“¡Hágase la Luz!”) que da
origen a todos los demás colores hasta su nueva reunión en el Blanco-Luz? Si
tomamos en cuenta, como hemos dicho, que el despliegue del Arco Iris es
“circular-espiral”, no es difícil ver que el “¡Fiat Lux!” pronunciado sobre el
Negro que dará origen a todos los colores viene precisamente del Blanco-Amor
que, por un lado, parece cerrar el círculo de los Nueve Colores pero que, al
mismo tiempo, está permanentemente abierto “hacia arriba” para recomenzar un
nuevo círculo en la Espiral Infinita y Eterna del Ser, del Saber y del Hacer…
Pero, por otra parte, ¿no es este
Negro el “color primordial” también en el sentido de que hace brotar de sí
mismo, en una especie de parto creativo, el ¡Fiat Lux!, en forma análoga a como
la Educación hace-hará la luz en nuestras Ocho restantes Asignaturas? ¿No ha
nacido nuestra Universidad de hambre y sed de Luz? ¿No es acaso el dolor-hambre
de la ignorancia lo que hace brotar el Saber, así como la oscuridad llama a la
Luz? Análogamente, ¿no ha sido la ignorancia sobre la Medicina lo que nos ha
hecho desear saber curar? ¿No es verdad que todo Saber nace y da sus primeros
pasos gracias a la Educación?... El gran Sócrates reiteraba a sus alumnos “no
saber nada” mientras trataba de enseñarles y educarles. ¿Cómo es eso posible?
¿Se puede no saber nada y enseñar? Por supuesto que sí. Es ese el gran secreto
de la Homeoenseñanza, de la Verdadera
Educación… Sócrates, de la oscuridad
silenciosa y humilde de su interior hacía brotar preguntas-luz, pues sólo el
que no sabe pregunta y al mismo tiempo que pregunta provoca-evoca conocimiento
en sí mismo y en los demás. A su método de preguntar y volver a preguntar,
generando así el conocimiento, se le llamó “mayéutica”, pues “mayéutica”
significa, etimológicamente, “provocar el parto”, “¡dar a luz!”. Y eso es
precisamente lo que lograba Sócrates: desde su oscuridad y desde la oscuridad de
sus estudiantes, hacía brotar la Luz… Por el contrario, la “falsa luz”
de aquellos “maestros” que creen arrogantemente que lo son y que creen que
saben, sumerge al sí mismo y al de aquellos a quienes supuestamente “enseñan”
en una más oscura oscuridad… La “mayéutica” implica la intuición de que la
oscuridad propia y ajena es sólo apariencia, que en realidad ya sabemos, desde siempre y para
siempre, y que sólo nos hace falta
recordar…
De la oscuridad a la Luz, a través
del claro-oscuro de las tonalidades negras-grises: Negro-Gris Oscuro Desconocimiento, Enigma, Misterio… Negro-Gris Intenso Poder, Fuerza,
Autoridad… Negro-Gris Claro
Silencio, Austeridad, Soledad… Esos son los tonos frecuentes del Educador,
necesarios, dolorosos y de alta fecundidad, justo antes de que haga brotar la
Luz y su despliegue multicromático en favor de los demás…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades negras-grises: Negro-Gris Oscuro Mal, Malignidad,
Esclavitud, Muerte, Enfermedad, Fracaso, Desesperación, Depresión, Error,
Disolución, Separación, Clandestinidad, Ilegalidad, Infelicidad, Angustia,
Intolerancia, Ignorancia… Negro-Gris
Intenso Dolor, Vejez, Impureza, Derrota, Ocultamiento, Desorientación,
Miedo, Huída, Evasión, Pesimismo, Tristeza, Intransigencia, Separación, Poder,
Aislamiento, Soledad, Oposición… Negro-Gris
Claro Culpabilidad, Indiferencia, Represión, Desánimo, Debilidad,
Cansancio, Limitación, Constreñimiento, Timidez, Indecisión, Duda,
Indeterminación, Neutralidad, Seriedad, Monotonía, Aburrimiento, Existencia
Gris… Negro-Gris Salud Auto-control,
Adaptación, Discreción, Respeto, Estabilidad, Tranquilidad, Equilibrio,
Madurez, Esperanza, Espiritualidad, Generosidad (además de otros muchos aspectos
“positivos” ya señalados en el resumen inicial acerca del Negro)… Aprendamos
aquí, en forma análoga al trabajo del Educador, cómo igualmente el Verdadero Médico, de la oscuridad
silenciosa y humilde de su interior, podría y debería brotar preguntas-luz que
provoquen-evoquen conocimiento en sí mismo y en sus enfermos. Lograr,
entonces, desde su oscuridad y desde la oscuridad de sus pacientes, hacer la Luz.
Evitando la “falsa luz” de aquellos “médicos” arrogantes que creen que saben
tanto y que creen que el paciente no sabe nada, sumergiéndoles a ellos y a
quienes supuestamente desean curar en una más oscura oscuridad y enfermedad…
Negro Silencio, pues. Negro Origen.
Negro Humildad. Negro Hambre y Sed de Luz. Eso es y ha de ser la Homeoenseñanza en nuestra Universidad, y
eso es o ha de ser la Homeoenseñanza
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
1. El Sanador Integral ha
de ser un Educador, un Maestro, y al mismo tiempo se ha de comprender como un
permanente Educando y Discípulo
“El educador
necesita del educando, así como el educando
necesita del educador… ¡Ambos se
educan!” (Paulo Freire)
Querido hermano y compañero: No hay, ni debe
haber, separación maestro-discípulo... Hay, y debe intentarse experienciar,
unidad y semejanza... La relación educativa es o ha de ser una interrelación
homeopática, de semejanza... “Nadie enseña a nadie. Todos nos enseñamos
mutuamente”, han dicho Freire y muchos otros educadores... Cada maestro
es, en realidad, al mismo tiempo, alumno y compañero... Cada alumno es, en
realidad, al mismo tiempo, maestro y compañero...
La Sabiduría expresada en nuestro
Logo nos enseña a no exagerar ni reducir diciendo, por ejemplo, que “maestro y
alumno son iguales en todo”, pues nos hace más bien comprender y decir que
Maestro y Alumno somos “Semejantes”…
Como, igualmente, no ha de haber separación
médico-paciente... Hay, y debe intentarse experienciar, unidad y semejanza...
La relación terapéutica es o ha de ser
una interrelación homeopática, de semejanza... “Nadie cura a nadie. Todos nos
sanamos mutuamente”, debiéramos decir también en el campo de la Medicina... Cada
médico es, en realidad, al mismo tiempo, paciente y compañero de camino... Cada
paciente es, en realidad, al mismo tiempo, sanador y compañero de camino...
Auxiliados por la Sabiduría de
nuestro Logo, sin exagerar y reducir diciendo que “médico y paciente son
iguales en todo”, podemos comprender visualmente que Médico y Enfermo somos “Semejantes”…
El
Médico ha de ser un Educador, si quiere ser Verdadero Médico… El conjunto
de sus orientaciones y enseñanzas son Fuerzas Médico-Homeopáticas que pone en
acción, en forma análoga a las Fuerzas de Aprendizaje que pone el maestro
frente a sus discípulos… El Sanador Integral ha de ser muy consciente –y
humildemente respetuoso- del enorme Poder –para bien o para mal- que
tienen su palabra, sus gestos y sus actitudes en la persona que busca su ayuda…
Si no hay en el médico esta conciencia,
si no busca con esfuerzo y generosidad que su palabra, sus gestos y sus
actitudes sean curativos, entonces fácilmente se convierten en enfermantes para
sí mismo, para los que le rodean y para sus enfermos… Su palabra, su
explicación acerca del ser del paciente, acerca de su proceso “morboso”, acerca
de las fuerzas de salud y de vida que está experimentando, etc., son –o pueden
ser- Medicina, son –o podrían ser- Homeopatía, son ya –si combate sus tendencias enfermas y enfermantes- la Curación que busca el
enfermo…
Es decir, si las Fuerzas de su
palabra, gestos y actitudes son “Homeopáticas” entonces ayudará y curará, pero
si son “no homeopáticas” entonces no sólo no ayudará sino que enfermará más a
su enfermo (así como sucede entre maestro y estudiante, en las escuelas, con
actitudes “homeopáticas” o “no homeopáticas”)…
En la Vieja Educación y en la Vieja
Medicina ha habido y sigue habiendo demasiadas “Fuerzas no homeopáticas” que
dañan y enferman en lugar de curar y crecer: El regaño, la humillación, la
mentira, la prepotencia, los golpes o agresiones psicológicas, tratar a alumnos
o a pacientes en forma “indiferenciada” (o sea, como “todos iguales”, sin
serlo), la impaciencia, el desgano, el interés por el dinero y no por la
persona, etc., etc., etc…
Pero, igualmente –y esto es lo
realmente difícil de comprender para la mayoría de los médicos-, el Verdadero Médico ha de situarse frente a
su enfermo como un alumno delante de su maestro… Ha de escuchar con atención y con
Humildad, ha de estar atento a las explicaciones y detalles que le
proporciona el paciente, ha de estar muy
despierto para percibir las claves y los secretos que sólo el propio enfermo es
capaz de comprender y comunicar acerca de lo que le pasa… O, si se prefiere
que lo digamos de otro modo: el Médico Homeópata ha de colocarse humilde y
reverente frente a la Naturaleza ,
Madre y Maestra, que le revela, a través de las experiencias del
enfermo, los misterios siempre nuevos acerca del Ser, acerca de la Enfermedad y la Muerte , y acerca de la Plenitud y la Vida …
El Verdadero Médico, pues, ha de
comprender que su paciente sabe más que él –aunque sea médico- acerca de lo que
le pasa y por qué le pasa o para qué
le pasa… Ha de colocarse humilde frente
a la Naturaleza del enfermo que es sabia
para “enfermar” y para “curar”…
Esta escucha atenta en el Verdadero
Médico, ese respeto profundo por la persona que tiene delante, esa convicción de que las palabras, gestos y
actitudes de su enfermo son reveladores y fundamentales para la comprensión del
problema, etc., tienen también un gran Poder Transformativo; son ya,
también, Medicina, son Homeopatía, son ya la Curación que anhela el
enfermo… Son ya Fuerzas Homeopáticas Curativas que se desencadenan aun antes de
que el Sanador Integral dé un medicamento…
Cuando ocurre una Verdadera Consulta
Homeopática, el consultorio se convierte en Aula de Homeoenseñanza en donde dos personas –el médico y el paciente- se
comprenden y experimentan como criaturas pobres y ciegas que requieren de
toda la luz y de toda la ayuda del otro, y, al mismo tiempo, como criaturas
poderosas y luminosas capaces de hacer luz y diferencia en la otra persona[1]…
Esto es algo muy cierto y muy
profundo que tratan de señalar los dos árboles “secos”, “oscuros” y “enfermos”
de nuestro Logo, al mismo tiempo que el “círculo luminoso que los une” y los
ilumina a ambos, y que, como señala la nota 1, reflexionaremos y
profundizaremos más adelante…
En el rumbo de la Salud Integral y de
nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea
médica de la Homeoenseñanza , en dos
palabras y en una sigla: El Verdadero
Médico ha de ser un Sembrador Integral (SI) (O, si prefieren: Semilla
Integral –SI-, Simiente Integral –SI-, Savia Integral[2] –SI-)...
2. Homeocreatividad (Fuerzas Homeopáticas desde las
Artes)
Señalamos en la Introducción al Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Segunda Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (arte, imagen, música, danza, sensibilidad, etc.) que
han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos para bien de nosotros y
de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura Artes le llamaremos
frecuentemente “Homeocreatividad”, para recordar que de todo lo que pudiera
estudiarse-aprenderse-verse-escucharse-realizarse sobre las Artes, sus
Disciplinas afines (Oficios, “artes menores”, etc.), y sus diversas corrientes
(Clásico, Moderno, etc.), lo único que
nos interesa es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción
en favor de los que nos rodean…
La actitud de “escucha” de la que hablamos en el reciente tema introductorio sobre
la Homeoenseñanza es aquí también fundamental, pues es el único modo de que el
Artista reciba la “inspiración” y realice su creación artística: “el
Verdadero Médico ha de situarse frente a su enfermo como un alumno delante de
su maestro… Ha de escuchar con
atención, ha de estar atento a las explicaciones y detalles que le proporciona
el paciente, ha de estar muy despierto para percibir las claves y los secretos
que sólo el propio enfermo es capaz de comprender y comunicar acerca de lo que
le pasa… Esta escucha atenta en el Verdadero Médico, ese respeto profundo por
la persona que tiene delante, esa convicción de que las palabras, gestos y
actitudes de su enfermo son reveladores y fundamentales para la comprensión del
problema, etc… son ya… Medicina, son Homeopatía, son ya la Curación que anhela el
enfermo”… “Cuando
creo, recibo” –decía Matisse. “Cuando
creo, obedezco”, confesaba Neruda… Recibir, obedecer, son modos profundos
de la escucha que todo Verdadero Artista ha de desarrollar… En forma análoga,
el Verdadero Médico ha de “recibir” de su paciente la información y las claves
de su diagnóstico y de su tratamiento; ha
de “obedecer” a la Naturaleza de su enfermo, en las expresiones peculiares e
individuales de su enfermedad y en los sabios esfuerzos curativos que está ya
realizando… Esa ha de ser su
Medicina-Arte…
Conforme a lo señalado en la Introducción sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Artes y a su Homeocreatividad nosotros le hemos
asignado el Color Rojo, el primer
color que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… El color Rojo es el
del fuego y el de la sangre, por lo
que se le asocia a la energía, al poder, al dinamismo, a la vitalidad,
al entusiasmo, a la inspiración, a la actividad, a la lucha, a la pasión, a la sexualidad, al erotismo, a la sensualidad, al deseo y
al amor… Es un color muy intenso a nivel emocional… En heráldica el Rojo
simboliza valor y coraje… El rosa
evoca amor, fragilidad, docilidad, inocencia, afecto, ternura, amistad,
feminidad… El rojo claro simboliza sensualidad, sensibilidad y procesos creativos profundos… El rojo oscuro evoca
energía, vigor, fuerza de voluntad… Todas estas características del Rojo nos
hablan y enseñan ya acerca de las Artes…
De la oscuridad a la Luz, también, a
través del claro-oscuro de las tonalidades rojizas: Rojo Oscuro Poder, Fuerza de voluntad, Sufrimiento… Rojo Intenso Sangre, Pasión,
Sensibilidad “al rojo vivo”… Rojo
Claro-Rosa Fragilidad, Inspiración, Romanticismo… Esos son los tonos
frecuentes del Artista que señalan sus constantes partos creativos y el
esfuerzo por sublimar su dolor, su vacío, y su desesperanza, transformándolos
en danzas, canciones y poesía…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades rojizas: Rojo Oscuro Prohibido, Furia, Agresión,
Violencia, Destrucción, Guerra, Malicia, Crueldad… Rojo Intenso Peligro, Ira, Inconformidad, Impaciencia,
Competitividad, Ambición… Rojo Claro-Rosa
Irritabilidad, Depresión, Escepticismo, Docilidad, Pasividad, Melancolía,
Nostalgia, Añoranza, Fragilidad… Rojo
Salud Energía, Vigor, Fuerza de voluntad, Poder, Vitalidad, Entusiasmo,
Erotismo, Sensualidad, Pasión, Lucha, Amor, Valor, Coraje, Afecto, Docilidad,
Inocencia, Ternura, Amistad, Sensibilidad, Resurrección, etc… En forma análoga
a la tarea del Artista, las “heridas”, enfermedades y dolores del propio Médico[3],
han de ser también parte de los colores de su paleta que ha de transformar en
conocimiento-intuición de la enfermedad de su paciente y de cómo realizar la
magia-obra de arte de la curación que su enfermo necesita…
Rojo Vida, pues. Rojo Pasión. Rojo
Sufrimiento. Rojo Transformación Creativa… Eso es y ha de ser la Homeocreatividad en nuestra Universidad,
y eso es o ha de ser la Homeoecreatividad
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
2. El Sanador Integral ha de ser un Artista, un
Creador
“Aprender a ver
es el más largo aprendizaje de
todas las artes” (Edmond Jules de Goncourt)
Querida hermana y amiga: La Verdadera Medicina
es un Arte lleno de magia y de sutileza exquisita… El Sanador Integral ha de ser un Artista en el sentido más estricto
y profundo de esta palabra… Su paciente ha de ser, en su proceso de
enfermedad-salud-transformación, el barro que moldea y la piedra que esculpe,
con obediencia
y sensibilidad… Él mismo –el Sanador Integral- ha de convertirse en la piedra y el barro a través
del cual el enfermo consiga crearse a sí mismo como una persona más sana y
mejor…
“Estéticas filosóficas” y “Estéticas
teológicas” brotaron, poderosas y sugerentes, apenas hace unos años, en el
concierto del pensamiento universal… Hoy se hace necesario que surja también,
en medio de las Ciencias, una “Estética
Médica”, pues si el hombre es, al mismo tiempo, una Obra de Arte y un
Artesano excepcional, el Arte de la
Medicina ha de ser el análogo que lo haga capaz de trascender
y de alcanzar la Plenitud …
La Transmutación
del ser, la Alquimia
espiritual, la Magia
realizadora y transformadora[4],
han de ser los milagros cotidianos del Verdadero Médico en el ejercicio de su
Arte Integral…
Como
una Danza… Como una SInfonía[5]… Como un Poema prodigioso que brota de la
nada… Así ha de ser, en cada caso, en
cada relación médico-paciente, el Acto co-creativo de la
sanación-liberación-transformación…
En el Consultorio Homeopático –y lo
es cualquier sitio donde hay un Sanador Integral y una persona que quiere
realmente curarse- hay dos pintores y dos lienzos –tal vez usados y gastados-,
y dos paletas con todos los colores posibles… Hay dos escultores y dos piedras
–tal vez irregulares e informes-, y dos recipientes con todas las herramientas
necesarias… Pero hay, sobre todo, ojos-manos-almas-corazones que se disponen,
esperanzados y decididos, a un nuevo parto creativo[6]…
En
la Medicina
como Arte no se trata de “recuperar” la “vieja salud”. No se trata de
volver al pasado para recobrar lo que antes se tenía. No se trata de
“restaurar” hacia atrás… Se trata de un Ser Nuevo, de una Salud Nueva…
Se trata –y la “enfermedad” comienza la Obra- de “ensuciar la tela” y encontrar la
combinación única de trazos y colores que se esconden en ella, de “romper la
piedra” y descubrir su esencia interior[7]…
Se trata de una Nueva Composición, de una Nueva Melodía, en un Nuevo Tono y en
un Nuevo Color[8]…
El Arte Homeopático no es, entonces,
una “técnica”… No es una determinada “escuela”… No es un conjunto delimitado de
contenidos y experiencias… El Arte Homeopático, como la Vida misma, es Riesgo,
Decisión, Inspiración, Trabajo, Libertad, y plena Confianza y Alegría por el
resultado, cualquiera que este parezca ser… Y, por eso, como diremos de
la Espiritualidad ,
este Arte no se puede propiamente “enseñar”… Cada estudiante, durante su
formación como Sanador Integral, ha de permitir ser creado y auto-crearse
como alguien bello, mágico, original, creativo, sorprendente y, por tanto,
capaz de generar belleza, magia, originalidad, creatividad, sorpresa, a su
alrededor… “Permitir ser creado” y “Auto-crearse” como un ser
“homeocreativo” implicará, normalmente, que el estudiante de la Homeopatía se ejercite
asiduamente en alguno o incluso en varios Artes u Oficios que le preparen
interiormente a despertar-desarrollar-perfeccionar al Artista Médico que hay en
su interior…
En el rumbo de la Salud Integral y de
nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea
médica de la Homeocreatividad , en
dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Soñador
Integral (SI) (O, si prefieren: Sensibilidad Integral –SI-, Sangre Integral –SI-, Sufrimiento Integral
–SI-)...
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Tercera Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (pensamiento, reflexión, ideas, filosofías, etc.) que
han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos para bien de nosotros y
de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura Filosofía le llamaremos
frecuentemente “Homeofilosofía”, para recordar que de todo lo que pudiera
leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse sobre la Filosofía, sus Disciplinas
afines (Historia, Metodología, Antropología, etc.), y sus diversas corrientes
(Clásica, Contemporánea, Oriental, etc.), lo
único que nos interesa es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner
en acción en favor de los que nos rodean…
Señalamos también, en nuestra Introducción que “toda Verdad, todo hallazgo o Descubrimiento, van siendo, se van develando y comprendiendo con el paso del tiempo…
Hay evolución y perfeccionamiento en el pensamiento…”. De esto se trata
especialmente en nuestra “Homeofilosofía”:
de comprender la reflexión y el pensamiento, en cualquier campo, como siempre
inacabados, incompletos, en creciente profundización y comprensión… Hemos dicho
de la Filosofía de nuestra Universidad que “Somos
Verdad en Movimiento”, y si lo decimos es porque eso pensamos de toda
Filosofía. El pensamiento que se dogmatiza o absolutiza, en cualquier área,
deja de ser, en esencia, Verdadera Filosofía…
Conforme a lo señalado en la Introducción sobre “El
Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Filosofía y a su Homeofilosofía nosotros le hemos
asignado el Color Naranja, el
segundo color que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… Se dice que el
Naranja estimula la mente y renueva
la ilusión en la vida… Representa la creatividad, y también –especialmente el
Naranja claro- lo analítico, lo racional,
la inteligencia, el recogimiento, el ascetismo, la apertura espiritual…
Simboliza también vigor, “lo masculino”, solidez, juventud, madurez,
abundancia, atracción, bondad, poder de convicción, confianza en sí, calidad,
calidez, hogar, justicia, concertación, misericordia, comprensión de los demás…
Es el color de la caída de las hojas y de la cosecha… Se le asocia con el
atardecer, con fuego y flamas, y con el otoño… La visión del color Naranja
produce la sensación de mayor aporte de
oxígeno al cerebro, produciendo un efecto vigorizante y de estimulación de la actividad mental… En
heráldica el Naranja representa la fortaleza y la resistencia… El Naranja combina la energía del rojo con
la intensidad del amarillo equilibrando los extremos… Según la
filosofía-espiritualidad esotérica pertenece al elemento “tierra”… Se dice,
respecto a los colores áuricos, que la Gente Naranja suele ser realista, muy
aterrizada, con una conciencia del mundo que le rodea muy clara, que es gente
concreta, con un uso del intelecto muy
bueno y muy práctico… El impulso Naranja es muy terreno, y su mayor interés
se encuentra aquí, no en el mundo de las emociones o del espíritu, aunque
entiende que son áreas importantes y busca mantenerlas en equilibrio… El Dorado (amarillo-naranja) significa sabiduría y claridad de ideas, y, según
la filosofía-espiritualidad esotérica, pertenece al elemento “metal”,
significando verdad, luz, transparencia,
salud, despertar, creatividad, conciencia… Se le asocia con los grandes ideales y los conocimientos, y se dice que
revitaliza la mente, las energías y la inspiración, y que equilibra la mente…
El individuo con color dorado siempre aspira a las metas más elevadas. Es
incapaz de ir por la vida sin un objetivo que muchos considerarían imposible…
Todas estas características del Naranja nos hablan y enseñan ya acerca de la
Filosofía…
Es el resultado del encuentro entre
el Rojo Artes y el Amarillo Alegría –que veremos en el siguiente tema-. Se
puede decir que combina la energía creativa del rojo con la felicidad-alegría
del amarillo, y nos habla, entonces, con mucha claridad, de nuestra Homeofilosofía, en el sentido de la Unidad, de la Complementación, de la Síntesis
y de la Reconciliación de los “opuestos”…
La vieja y falsa filosofía es arrogancia que resta, divide, hace la guerra,
separa, desequilibra. La vieja filosofía es sólo teoría y discurso que no se
compromete ni aterriza. La Verdadera Filosofía –la Homeofilosofía- está llamada a ser Naranja Atracción, Naranja
Equilibrio, Naranja Complementación, Naranja Síntesis…
De la oscuridad a la Luz a través
del claro-oscuro de las tonalidades naranjas: Naranja Oscuro Resistencia-Creatividad-Cosecha, Naranja Intenso Vigor-Renuevo-Abundancia-Justicia,
Naranja Claro Inteligencia, Naranja Dorado
Despertar-Conciencia-Sabiduría, son los tonos frecuentes del Pensador, del
Filósofo, que con su Pensamiento integral e integrador, con su
Contemplación-Acción, con su Palabra hecha Compromiso y Vida, enseña el
Ser-Saber-Amar integrales, sanadores y transformantes…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades naranjas: Naranja Oscuro Hiper-racionalidad,
Dogmatismo, Manipulación, Depresión, Desconfianza, Mentira, Agresividad,
Hipocresía… Naranja Intenso Estrés,
Nerviosismo, Frustración, Enojo, Insomnio, Orgullo, Desconcentración,
Perfeccionismo, Dominio, Inestabilidad… Naranja
Claro Auto-exigencia, Ansiedad, Severidad, Masoquismo, Gravedad-seriedad,
Voluntad débil, Inseguridad, Irritabilidad, Vejez, Decadencia… Naranja Salud Apertura, Atracción,
Justicia, Misericordia, Equilibrio, Concertación, Integración, Complementación,
Síntesis (y otras más señaladas antes)…
En forma análoga a la tarea de
Unificación e Integración del Filósofo en el plano del pensamiento y de las
ideas, el Sanador Integral ha de
comprender su Tarea de Unificación e Integración en el plano de la Vida y de
sus procesos de Salud-Enfermedad. Ha de llegar a comprender la enfermedad
propia y ajena como oposición-división-separación-desunión-desequilibrio, y ha de
comprender y buscar la salud como
encuentro-suma-complementación-unificación-equilibrio, tanto en sí mismo como
en los demás…
Naranja Suma, pues. Naranja
Síntesis. Naranja Integración y Unidad. Eso es y ha de ser la Homeofilosofía en nuestra Universidad, y
eso es o ha de ser la Homeofilosofía
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
3. El Sanador Integral ha de ser un Pensador, un
Filósofo
“Los filósofos se han dedicado a tratar de
analizar y entender
el mundo.
Pero lo que hace falta es transformarlo” (Karl Marx)
Querido
hermano y amigo: El Verdadero Médico ha
de ser un Pensador, un Filósofo… No puede estar a oscuras sobre los
aspectos básicos del Ser, del Conocer y del Hacer… Y mucho menos puede estarlo
acerca del Ser Humano… El Misterio del Hombre, de su enfermedad y
salud, de su vida y su muerte, de su nacimiento-evolución-crecimiento, han de
ser una reflexión permanente e incesante en el Sanador Integral…
Y ha de intentar y lograr que su paciente también homeofilosofe… que se
conozca y se comprenda a sí mismo… que abra su mente y su espíritu a los
Misterios que ahora mismo están buscando revelarle sus síntomas y su
enfermedad… que abra su corazón y su
alma a los secretos y transformaciones que le están aguardando y en los que
tiene que participar…
Filósofo
no es el académico que se sabe algunas teorías y doctrinas acerca del ser
humano sino aquel que sabe quién es él y
decide quién ha de ser. Y esto es algo que ocurre con más facilidad en la
relación enfermo-terapeuta que en la relación maestro-alumno de una Escuela de
Filosofía…
El Verdadero Médico ha de ser muy
consciente de que la filosofía “científica” y
“liberal-competitiva-individualista-capitalista”, que ha acompañado los
procesos socio-económico-ético-políticos y también del pensamiento en los
últimos cuatro siglos, está moribunda, y de que un Nuevo Paradigma Filosófico
está hoy surgiendo y acompañando a un Nuevo Despertar del Ser Humano y a una
Nueva y más completa comprensión de sí mismo y de su entorno… El
Sanador Integral ha de colaborar, con cada paciente y con cada
consulta, en el derrumbe de esa “vieja filosofía” que ha cosificado y alienado
al hombre, así como en la construcción de esa “Nueva Filosofía” capaz de liberar al ser
humano y capaz de hacerlo sujeto de su propio destino y plenamente solidario
con el destino de sus congéneres…
En
el rumbo de la Salud
Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales,
tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeofilosofía ,
en dos palabras y en una sigla: El
Verdadero Médico ha de ser un Sabio Integral (SI) (O, si prefieren: Síntesis Integral –SI-, Suma Integral –SI-)...
4. Homeoalegría (Fuerzas Homeopáticas desde el Humor y
la Alegría)
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Cuarta Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (Buen humor, Disfrute de la vida, Confianza y
Esperanza, etc.) que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos para
bien de nosotros y de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura Alegría
le llamaremos frecuentemente “Homeoalegría”, para recordar que, de
todo lo que pudiera leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse y experimentarse-vivirse sobre el Humor y
la Alegría, lo único que nos interesa es
lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de los
que nos rodean…
Hablamos también, en nuestra Introducción de
reflexionar-estudiar-vivir “Gozosos siempre...
Agradecidos siempre”... de “Fuerzas de Semejanza que logren realmente…
ayudar al hombre en su búsqueda de
Felicidad y de Plenitud”... de “Fuerzas de Salud, de Sostén, de
Solidez, para el bienestar bio-psico-social-espiritual, el disfrute
de la Vida”… de “comprender y disfrutar la Vida también como Lucha y
como Búsqueda y Esfuerzo por Objetivos Superiores”… de “una Vida más gozosa y
armónicamente vivida”… Todo esto dicho nos conecta de lleno con
el sentido de la vida y el sentido curativo de nuestra Homeoalegría…
Conforme a lo señalado en la Introducción sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Alegría y a su Homeoalegría nosotros le hemos asignado
el Color Amarillo, el tercer color
que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… El Amarillo es un color brillante y simboliza la luz del sol…
Representa la alegría, la felicidad, el optimismo y la energía, estar de fiesta cada día, la primavera, la infancia, la juventud… Lo espontáneo, desenfadado y variable…
Es recomendable utilizar Amarillo para provocar sensaciones agradables,
alegres, y para al ocio y actividades recreativas… El Amarillo
sugiere el efecto de entrar en calor y genera energía muscular. Con frecuencia
se le asocia a la comida…. Representa también, en este rumbo, fortuna,
prosperidad, confort, éxito… En heráldica el Amarillo representa honor y
lealtad… El Amarillo pálido representa precaución, prudencia, así como el poder
de discernir y discriminar, la memoria y las ideas claras… El Amarillo claro
representa inteligencia, originalidad y alegría… El Amarillo intenso denota
creatividad, juego, optimismo, diversión…
Ayuda a asimilar las ideas innovadoras y aporta la habilidad de ver y
comprender los diferentes puntos de vista… El Amarillo-anaranjado señala
actividad, detalle, perfeccionismo… El Amarillo dorado indica sabiduría,
espiritualidad… El Amarillo verdoso empuja a ser comunicativo, creativo y práctico… Es el
color que más resalta en un fondo negro, y el que se hace más borroso en un
fondo blanco… Todas estas características del Amarillo nos hablan y enseñan ya
acerca de la Alegría…
De la oscuridad a la Luz a través
del claro-oscuro de las tonalidades amarillas: Amarillo Oscuro Fuerza-Poder-Autoridad… Amarillo intenso Alegría-Optimismo-Energía… Amarillo Claro Prudencia-Discernimiento-Integración…
De la
enfermedad a la Salud, también, a través del claro-oscuro de las
tonalidades amarillas: Amarillo Oscuro
Desenfreno, Descontrol, Incontinencia, Intolerancia, Agresividad, Violencia,
Autoritarismo, Perturbación, Cobardía, Envidia, Sordidez, Peligro… Amarillo Intenso Superficialidad,
Ociosidad, Materialismo, Arrogancia, Vanidad, Perfeccionismo, Miedo, Egoísmo,
Celos, Ira… Amarillo Claro Timidez,
Necesidad de atención, Escrupulosidad, Irritabilidad, Deterioro, Enfermedad… Amarillo Salud Alegría, Felicidad,
Optimismo, Energía, Originalidad, Creatividad, Sabiduría, Espiritualidad, Gozo
de vivir (y otras más señaladas antes)…
En un sentido muy real y muy
profundo, la enfermedad es pérdida de la
alegría o ausencia de ella; la salud, por el contrario, es alegría y se refleja
en la alegría. La tristeza-depresión
es un análogo de la muerte, así como la alegría y el entusiasmo son análogos de
la Vida… Tan sólo por estos hechos, que todos podemos ver y experimentar,
la Homeoalegría ha de ser una
Asignatura fundamental en la formación del Sanador Integral y ha de dar origen
a Fuerzas Homeopáticas muy necesarias e importantes para los S.I. y para sus
enfermos…
Amarillo Gozo de vivir. Amarillo
Innovación. Amarillo Éxito. Amarillo Fiesta. Amarillo Sol… Eso es y ha de ser
la Homeoalegría en nuestra
Universidad, y eso es o ha de ser la Homeoalegría
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
4. El Sanador Integral ha de ser un ser humano
Agradecido y Feliz
“El corazón alegre constituye buen remedio” (Prov
17,22)
Querida
hermana y amiga: El Sanador Integral ha
de saber reír y disfrutar su existencia, y ha de evitar tomarse cualquier cosa
con excesiva seriedad… Ha de saber reírse de la vida y sus afanes (“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”)…
Ha de saber tomar con humor los obstáculos que le ponen sus propios pacientes
cuando busca ayudarlos (“No hay peor
enfermo que el que no quiere curarse”, y, por desgracia –favor de tomarlo
con humor-, es el caso de la gran mayoría de los que acuden a nuestra
consulta)… Pero, sobre todo, ha de saber reírse de sí mismo: de sus
“conocimientos” (“Yo sólo sé que no sé nada”);
de sus carencias y defectos y limitaciones (“Médico, cúrate a ti mismo”); de sus miedos e inseguridades (¡“La
Naturaleza es la
que cura las enfermedades”, doctor, no se me estrese tanto!); y reírse, muy
especialmente, de sus aparentes fracasos (“Nada
se crea, nada se destruye, todo se transforma”)…
Reírse
de sí mismo equilibrará el excesivo sentido de la propia importancia y
permitirá la sensatez y la prudencia de evitar cualquier trono o pedestal que
quieran imponerle los demás o que quiera imponerse a sí mismo… El médico no es
Dios (y si lo fuera, precisamente en cuanto lo fuera, no se comportaría como
uno equivocada y absurdamente cree que se comporta Dios), ni es un superhéroe
(tal vez sólo en su “película personal” –que nadie va a ver pues los demás
también andan ocupados haciendo de “héroes” en su propia “película”-), y le
convendrá recordar frecuentemente, con una sonrisa, que son demasiado pocas las
cosas que sabe y que puede, en comparación con las que no sabe y que no puede…
La alegría auténtica, en el Verdadero
Médico, es profundamente curativa y transformadora. Su gozo de ser y de vivir
hace brotar poderosas Fuerzas Homeopáticas en él mismo y en los que le rodean,
especialmente en sus pacientes…
Y no una alegría estruendosa o
forzada o simplemente exterior. No. Una
alegría serena, pacífica, interior, llena de confianza en las Fuerzas de
Semejanza que actúan a través de él, y a
pesar de él…
El
mejor reflejo de la intensa y auténtica Alegría en el Sanador Integral, es su
permanente y profundo Agradecimiento a Dios, al Cosmos, a los demás y a la Vida. Gratitud por todo y por
todos, pues sabe mirar siempre lo mejor de los acontecimientos y de los seres
humanos. Su visión de las cosas, de
los demás y de sí mismo es optimista, confiada, positiva, llena de esperanza, y
regularmente logra transmitirla y contagiarla a sus enfermos, especialmente a
los que sufren su enfermedad con tristeza, miedo o desesperanza…
En
el rumbo de la Salud
Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales,
tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeoalegría ,
en dos palabras y en una sigla: El
Verdadero Médico ha de ser Sal Integral (SI) (O, si prefieren: Sabor Integral –SI-, Sonrisa Integral –SI-)...
5. Homeociencia (Fuerzas Homeopáticas desde las
Ciencias)
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “La
Homeopatía es… el conjunto de Fuerzas de Semejanza que logren realmente
aliviar, sanar, ayudar al hombre en su búsqueda de Felicidad y de Plenitud”; que estas Fuerzas de Semejanza son mayoritariamente “fuerzas curativas no materiales”, pero
que también, por supuesto “el similia similibus curentur implica poner
en acción… ‘fuerzas curativas materiales’ (un medicamento, una maniobra física,
una expresión corporal)”, y que, “bien elegido, un medicamento homeopático es una
poderosa Fuerza Homeopática que contribuirá al bienestar, al bienser, al
biensaber y al bienhacer del paciente”… Tales “fuerzas
curativas materiales” hemos de descubrirlas y estudiarlas a través de las
Ciencias, que es nuestra Quinta Asignatura fundamental… Como Sanadores
Integrales sabremos valorar y utilizar las “fuerzas curativas no materiales”, y
les daremos su sitio de máxima importancia, pero, a diferencia del psicólogo o
del sacerdote o del artista o del educador, nosotros también estudiaremos,
comprenderemos y utilizaremos Fuerzas físicas,
químicas y biológicas en favor de nuestros enfermos… Desde esta
perspectiva, decimos ¡sí! al poder curativo de la escucha y de la palabra (como
el educador o el psicólogo), decimos ¡sí! al poder curativo de lo espiritual y
sagrado (como el sacerdote), decimos ¡sí! al poder curativo del pensamiento
(como el filósofo), decimos ¡sí! al poder curativo de lo dialogal-relacional
(como el luchador social), decimos ¡sí! a los poderes curativos del arte, de la
alegría y del amor (como el artista y las personas que aman y son felices),
pero también decimos ¡sí! a los poderes curativos de las fuerzas
físico-químico-biológicas de la Naturaleza y de las Medicinas que se unen y
suman a estos poderes de la Naturaleza en general y de la Naturaleza particular
del enfermo (como el verdadero científico)…
Como en nuestro Curso se trata de
aprender a utilizar “Fuerzas curativas materiales” de Semejanza, entonces a la Asignatura Ciencias le llamaremos
frecuentemente “Homeociencia”, para recordar que, de todo lo que pudiera
leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse, experimentarse y descubrirse en las múltiples ciencias en general y
médicas en particular, lo que nos
interesa esencialmente es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner
en acción en favor de los que nos rodean…
Señalamos también, en nuestra Introducción, que “toda Verdad, todo hallazgo o Descubrimiento, van siendo, se van develando y comprendiendo con el paso del tiempo…
Hay evolución y perfeccionamiento en el pensamiento, en el ser de las cosas y
en la realidad que hace-se hace”. De esto se trata especialmente en nuestra
“Homeociencia”: de comprender la
reflexión y las hipótesis y teorías y la experimentación, en cualquier campo,
como siempre inacabados, incompletos, en creciente profundización y
comprensión… Hemos dicho de la Filosofía de nuestra Universidad que “Somos Verdad en Movimiento”, y si lo
decimos es porque eso pensamos de toda disciplina científica. El pensamiento
que se dogmatiza o absolutiza, en cualquier área, deja de ser, en esencia,
Verdadera Ciencia…
Conforme a lo señalado en la Introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Ciencia y a su Homeociencia nosotros le hemos asignado
el Color Verde, el cuarto color que
refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… El Verde es el resultado del
acorde armónico entre el cielo (azul) y el sol (amarillo). Es el color de la Naturaleza. Representa armonía, crecimiento, primavera, vida,
renovación, exuberancia, abundancia, fecundidad, fertilidad, frescura e
inmortalidad… Tiene una fuerte relación a nivel emocional con la seguridad
y la esperanza. Por eso, en
contraposición al rojo (connotación de peligro), se utiliza en el sentido de
“vía libre” en señalización… Se asocia también a autenticidad, imaginación
creadora, empatía, juventud, reserva,
esplendor, serenidad, descanso, amor… En heráldica el verde representa el crecimiento y la esperanza…
El color verde tiene un gran poder de curación. Es el color más relajante para el ojo humano y puede
ayudar a mejorar la vista. Por eso, sugiere estabilidad,
equilibrio y resistencia… El verde “agua” se asocia con la protección y la curación emocional… En mercadotecnia se
recomienda utilizar el verde asociado a productos médicos o medicinas… Es el color
que buscamos instintivamente cuando
estamos deprimidos o acabamos de
vivir un trauma. El verde nos crea un sentimiento de confort y relajación, de calma y paz interior, que nos hace sentir
equilibrados interiormente… El Verde oliva es el color de la paz… El Verde Turquesa (azul verdoso) es
el color del curandero, del terapeuta,
de la compasión… En la filosofía
esotérica-espiritual se dice que la “energía verde” forma parte del elemento
“madera”, que es generalmente el color del aura de las personas que están en el
área de salud, pues dicha aura busca la estabilización
y el enraizamiento de la fuerza vital en la persona. Señalan que la
espiritualidad es un arma fundamental del “rayo verde”… Su etimología más
probable es del latin “vir-viris-viridis” = fuerza, vigor, que tiene savia…
De la oscuridad a la Luz a través
del claro-oscuro de las tonalidades verdosas: Verde Oscuro Solidez, Sapiencia, Seguridad… Verde Intenso Salud, Ecología, Esperanza… Verde Claro Sensibilidad, Creación, Tranquilidad…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades verdosas: Verde Oscuro Muerte, Codicia,
Mezquindad, Distancia afectiva, Resentimiento, Cobardía… Verde Intenso Envidia, Discordia, Enfado, Avaricia, Ambición,
Posesividad, Materialismo… Verde Claro
Indiferencia, Inexperiencia, Ingenuidad, Enfermedad… Verde Salud Vida, Salud, Esperanza, Curación, Equilibrio,
Resistencia, Empatía, Paz, Fuerza Vital (y muchas más que hemos anotado antes)…
Los significados y simbolismos tan
numerosos del color Verde relacionados con la Vida y la Salud nos enseñan algo
muy importante: no sólo las llamadas “Ciencias de la Salud”, sino en realidad todas las Ciencias han de tener, como
esencia y objetivo fundamental de sus estudios, descubrimientos, experimentos y
resultados, un sentido constructivo y no destructivo, un sentido de curación y
no de iatrogenia… El “científico”, en cualquier campo, ha de serlo para la
Vida, para el Crecimiento, para el Equilibrio y la Armonía
Hombre-Cosmos-Naturaleza… El Sanador
Integral, entonces, como Verdadero Científico, ha de ser Humilde, Respetuoso y
Obediente de la Madre Naturaleza, sumándose a su impulso Creador, Fecundo,
Renovador, Sanador, Vivificante…
Verde Vida, pues. Verde Crecimiento.
Verde Fecundidad. Verde Salud. Verde Madre Naturaleza… Eso es y ha de ser la Homeociencia en nuestra Universidad, y
eso es o ha de ser la Homeociencia y
la Homeomedicina más allá de nuestra
Universidad…
5. El Sanador Integral ha de ser plenamente
Científico
“Las ciencias
tienen las raíces amargas,
pero muy dulces los frutos” (Aristóteles)
Querido
hermano y amigo: Ciencia, sí. Pero no la que está “moribunda”. No la que ha
sido manipulada con fines socio-económico-ético-políticos. No la que ha sido
“endiosada” y se ha hecho intolerante y dogmática. No la que desconoce y
desprecia otros modos del conocimiento y del ser y de la acción que no sean los
del experimento y del desarrollo tecnológico y del método invasivo-destructivo.
No la que ha pretendido absurdamente acabar con la Filosofía y la Espiritualidad y el
Arte, o darles un valor accesorio y poco importante. No la que ha ignorado u
olvidado su esencia en favor de la Vida, de lo constructivo y de la Verdadera
Curación…
Una
Nueva Ciencia, que sea consciente y evite esos y otros errores básicos de
principios y de método… Que sea verdaderamente Ciencia: humilde, respetuosa, abierta, multidimensional, en auto-comprensión y
transformación permanentes, orientada a la Vida y a la Salud… Homeociencia… Ciencia que parte del
principio de la “Unidad básica de todos
los seres y cosas” y que sabe entonces que todo “análisis”, “disección”,
“observación”, es inevitable e inherentemente parcial e incompleto; que sabe
que el viejo sueño de separar el objeto del sujeto, al observador de lo observado,
ha mostrado ser sólo eso: un sueño extraño y absurdo, completamente incoherente
con el ser real-unitario-holístico de las cosas…
Ciencia
que se sabe uno de los modos de la Epistemología y que no pretende ser ni el único
ni el más importante… Ciencia que, mientras investiga, reflexiona,
descubre, teoriza y aclara algunos asuntos, escucha
y aprende también muy atentamente de las voces y resultados de todas las otras
Ciencias y Saberes –entre ellas las mal y condescendientemente llamadas
“Humanidades”, en ese afán obsesivo diferenciador y separatista del viejo paradigma
científico-, para comprender mejor la esencia, el valor y la existencia-acción
de las cosas y los seres…
El Sanador Integral, el Auténtico
Médico Homeópata, ha de ser plenamente Científico, en este sentido amplio y
abierto que estamos explicando… Ha de ser riguroso y extremadamente cuidadoso
en la observación-análisis-experimentación de los procesos
físico-químico-biológicos, tanto en sus estudios teóricos y prácticos, como,
sobre todo, en la reflexión respetuosa y seria sobre cada enfermedad y cada paciente suyo…
Pero, por supuesto, sin permitir que
“los árboles nos impidan ver el bosque”… Estas disciplinas “científicas” no son
ni el todo ni lo más importante que ha de contemplarse-admirarse-comprenderse
sobre el ser humano… No puede seguir sucediendo en las Facultades de Medicina
que la carga horaria y de recursos de estudio-observación-experimento sea casi
exclusivamente en torno al cuerpo del hombre… Es un absurdo y un lamentable
desperdicio… Muchísimos pensadores lo han venido anunciando y denunciando desde
hace tiempo[9]: Si
se destinaran al menos la mitad del tiempo y los recursos –de Universidades,
Laboratorios, Fundaciones, etc.- a la investigación-observación-experimentación de
los aspectos emocionales, sociales y espirituales del ser humano hoy
sería otra su situación y otra la
Medicina que tendría a su alcance…
Urge hoy otra Anatomía, otra
Fisiología, otra Patología, además de
las que se han dedicado al aspecto corpóreo del hombre… Necesitamos “Anatomías
del Alma”, “Fisiologías de la Mente”, “Patologías del Ser Social humano”, “Histologías
de su Espíritu”… Está más que demostrado por la propia Ciencia, además de la Filosofía y otros
Saberes, que el ser humano es muchísimo
más que sólo sus aspectos físico-químico-biológicos observables, por lo que
es un sinsentido que la medicina actual que se estudia y se ejerce sea una
medicina que se fundamenta prácticamente en sólo estos aspectos
físico-químico-biológicos observables…
Por ello, nuestra propuesta es que,
en el estudio de la
Verdadera e Integral Medicina al servicio del hombre total,
sus aspectos corpóreos ocupen únicamente un “noveno” del tiempo y de los
recursos disponibles… Este Curso, por ejemplo, es todo sobre Medicina -es como
una Guía para el estudio de la
Verdadera , Completa e Integral Medicina-, y sólo hablaremos
en él una “novena parte” acerca de los aspectos físico-químico-biológicos que
tengan que ver con la Salud
y la Enfermedad
del ser humano…
A riesgo de parecer excesivos, hemos
de decir, clara y decididamente, que el
“perfil” del Sanador Integral ha de incluir que en su práctica médica dedique
una “novena parte” de su tiempo y conocimientos a los aspectos físicos de su
enfermo y los otros “ocho novenos” a los
aspectos no físicos de su paciente… O más concretamente: el frasquito
de “chochitos” que decide dar a su enfermo al final de su consulta ha sido es y
será sólo una “novena parte” entre los “medicamentos” que ha dado, da y dará
durante el tratamiento integral de su paciente…
En
el rumbo de la Salud
Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales,
tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeociencia ,
en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Sanador Integral (SI) (O, si prefieren: Sistema Integral –SI-)...
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Sexta Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (escucha, empatía, visión intuitiva, respeto,
aceptación, etc.) que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos
para bien de nosotros y de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura
Psicología le llamaremos frecuentemente “Homeopsicología”, para recordar que,
de todo lo que pudiera leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse-decidirse sobre la
Psicología, lo que nos interesa esencialmente
es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de
los que nos rodean…
Dijimos también que “‘Sí’ ha de ser, sobre todo, en la práctica de cada día, las actitudes y
los hechos de calidez, de empatía, de aceptación, de comprensión, de amor, que
el Sanador Integral tenga-sienta-decida por cada enfermo que lo busque o que él
encuentre en su Camino”... La actitud de “escucha” de la
que hablamos en el tema introductorio sobre la Homeoenseñanza es aquí también
fundamental, pues es uno de los modos
principales de que el Psicoterapeuta se abra a la “revelación” del consciente y
del inconsciente de su enfermo y logre realmente ayudarlo: “el Verdadero Médico ha de situarse frente a
su enfermo como un alumno delante de su maestro… Ha de escuchar con atención, ha de estar atento a las explicaciones y
detalles que le proporciona el paciente, ha de estar muy despierto para
percibir las claves y los secretos que sólo el propio enfermo es capaz de
comprender y comunicar acerca de lo que le pasa… Esta escucha atenta en el
Verdadero Médico, ese respeto profundo por la persona que tiene delante, esa
convicción de que las palabras, gestos y actitudes de su enfermo son
reveladores y fundamentales para la comprensión del problema, etc… son ya… Medicina,
son Homeopatía, son ya la
Curación que anhela el enfermo”… Todo esto nos
conecta de lleno con el sentido profundamente sabio y curativo de nuestra Homeopsicología…
Conforme a lo señalado en la Introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Psicología y a su Homeopsicología nosotros le hemos
asignado el Color Azul, el quinto
color que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… Se dice que el Azul es
un color “frío”, “masculino”, ligado a la inteligencia y a la conciencia, al contrario de los colores
emocionalmente calientes como rojo, naranja y amarillo. Como contraparte, sin
embargo, también se dice que el Azul oscuro
tiende a conectarnos con nuestra
parte femenina e intuitiva, así como el Azul intenso se asocia al afecto, la sensibilidad, las emociones
y la intuición… Es el color del cielo
y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad, la inmaterialidad, la espiritualidad y la profundidad… Representa la lealtad, la
confianza, la sabiduría, la
inteligencia, la fe, la verdad, la
eternidad, la noche (especialmente el
azul marino), la constancia… Se asocia a claridad de ideas, creatividad, generosidad, crecimiento, esperanza, futuro,
autoridad, honestidad, amistad, fidelidad, dignidad, sensualidad, comodidad, optimismo, libertad, compromiso, justicia,
elegancia, inspiración, comunicación,
distinción… El azul oscuro representa el conocimiento, el análisis, la
integridad, la seriedad, el poder, lo artístico, lo espiritual, lo idealista,
la conciliación, la responsabilidad… El azul claro se asocia a la salud, la curación, la frescura, el entendimiento, la suavidad, la tranquilidad,
la transparencia, la pureza, el pacifismo, la reserva, la serenidad, el sosiego… En heráldica el azul simboliza la sinceridad
y la piedad…
Se le considera un color beneficioso
tanto para el cuerpo como para la mente. Retarda el metabolismo y produce un efecto relajante. Es un color
fuertemente ligado a la tranquilidad,
la calma, la protección… El oscuro azul de medianoche funciona como un fuerte sedante sobre la mente, y se aconseja
contra el insomnio… Es muy adecuado para presentar productos relacionados con
la limpieza (personal, hogar o industrial)… Junto con el Verde, el Azul es un color universal del área médica. Por eso
el Azul turquesa (verde-azul) es el color
del curandero, del terapeuta, de la compasión, de la sensibilidad y de la paz…
En este sentido terapéutico se asocia a
cuidados, salud, vida, armonía, dedicación, dedicación, piedad, comprensión,
amor… Se dice en la filosofía-espiritualidad esotérica que pertenece al
elemento Agua y que las personas que tienen energía azul en su aura suelen ser
muy tranquilos, pacifistas de corazón que luchan en contra del caos; el
equilibrio y la paz son sus metas. Son personas con un gran poder sobre emociones intensas como la ira, el miedo, la
culpa, la desesperación, pues su sola presencia es tranquilizante. Utilizan
mucho el poder de la mente y de la espiritualidad, pero la esencia de su fuerza radica en su corazón y en sus emociones…
De la oscuridad a la Luz a través del
claro-oscuro de las tonalidades azules: Azul
Oscuro Análisis, Conocimiento, Poder, Profundidad… Azul Intenso Conciencia, Intuición, Sensibilidad… Azul Claro Espiritualidad, Curación,
Paz…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades azules: Azul Oscuro Depresión, Vacío, Pesar,
Aislamiento, Apatía… Azul Intenso
Melancolía, Tristeza, Lágrimas, Retroceso, Distanciamiento, Hiperemocionalidad…
Azul Claro Seriedad, Frialdad, Falta
de comunicación, Inapetencia, Indiferencia, Ensoñación, Pasividad… Azul Salud Inteligencia, Afecto,
Confianza, Estabilidad, Fe, Constancia, Generosidad, Armonía, Libertad,
Responsabilidad (y todas las señaladas antes)…
El conjunto de nuestro resumen sobre
el Azul nos enseña que, más allá de lo natural en los procesos
curativos (el verde) hay también un poder terapéutico “no estrictamente
natural” que se puede aprender y ejercer en favor de los demás. Un
poder terapéutico, además, que unifica,
según los significados de este color, la inteligencia y la intuición, lo
“masculino” y lo “femenino”, lo consciente y lo inconsciente, lo mental y lo
afectivo-emocional, lo natural y lo inmaterial-espiritual… Hoy, las Fuerzas de compasión, comprensión,
confianza, paz, piedad, amor y fe, entre otras, han de ser esenciales y
definitivas para el Sanador Integral en el tratamiento de sus enfermos.
Según la “misión” particular de este color, la Homeopsicología tiene el
potencial de aportar un gran número de estas Fuerzas y por ello hemos de
estudiarla, comprenderla y profundizarla a fin de hacernos sabios en esta forma
particular de atender a nuestros pacientes…
Azul Integración, entonces. Azul
Inteligencia-Intuición. Azul Consciente-Inconsciente. Azul
Natural-Sobrenatural… Eso es y ha de ser la Homeopsicología
en nuestra Universidad, y eso es o ha de ser la Homeopsicología y la Homeomedicina
más allá de nuestra Universidad…
6. El Sanador Integral ha de ser un Psicólogo, un
Médico del Alma
“El que la
ciencia pueda sobrevivir largamente
depende de la psicología” (Bertrand Rusell)
Querida hermana y amiga: El “alma” –“anima”- o la “psique” del ser humano es
el otro aspecto de su ser que, con grandes luchas, incomprensiones y
dificultades, ha ganado ya actualmente un sitio destacado en la Antropología y en la Medicina … Aunque sea como
una “hermana menor” de la medicina tradicional, tolerada, menospreciada,
concediéndosele un número minoritario entre las enfermedades del ser humano
–las “enfermedades mentales”, dicen-, la Psicología ha conquistado un lugar en la mayoría
de las instituciones educativas y de salud, en la mayoría de los países…
El
Sanador Integral ha de ser entonces también un Psicólogo, no como algo
“extra” o “accesorio” sino como algo vital y fundamental en su práctica médica,
pues ha
de saber mirar y comprender esos aspectos del ser y de la enfermedad no
físicos, intangibles, “invisibles”, que su paciente le expresa y le
comunica con su palabra, gestos y actitudes, y que, por supuesto, no se
encuentran sólo en la esfera “mental” o “emocional” sino en su ser entero…
La “hermana menor”, para el Médico
Integral, ha de convertirse en la “hermana mayor” que, al mirar y comprender los aspectos
biocorporales de su enfermo, los ve y los entiende como manifestaciones externas de
algo más importante y trascendente que está en el interior… Hay una “voz” y una “llamada”, en cada
síntoma y en cada enfermedad, que hay que escuchar[10]…
Hay un “camino homeopático” que el
proceso morboso está señalando para este enfermo, en este momento particular de
su historia, que hay que transitar… Hay
un proceso de cambio, de evolución, de transformación, que se está significando
en el homeodinamismo patológico y que hay que asumir… Y esto es lo que
preponderantemente hay que observar, analizar, investigar y descubrir, durante
el Tratamiento Integral Homeopático…
Juntos –hay que insistir otra vez-,
médico y paciente… El mejor “psicólogo” del paciente es el propio paciente. Él
sabe, mejor que nadie, quién es y qué quiere, cuáles son sus límites y sus
potencialidades; cuál es el “camino” o el “cambio” que hay que enfrentar… Y
habla y se comunica, como un excelente psicoterapeuta de sí mismo, a través del
lenguaje que escoge y a través de sus gestos y actitudes –por lo regular en
forma “inconsciente”-… Su “consciente” pregunta al médico qué le pasa o qué
tiene que hacer, pero si uno, con verdadera actitud homeopática, no se apresura
a responder, el “inconsciente” del mismo enfermo empezará a responder a sus
preguntas con una gran sabiduría y exactitud… El Verdadero Médico, amoroso y atento,
sólo tiene que escuchar, percibir, homeoconectarse con el interior del enfermo,
empatizar con él, comprender-gozar-sufrir con él, experienciar la unidad con
él, ser-hacerse como él, ser él en solidaridad y semejanza, para
despertar las Fuerzas Homeopáticas correspondientes en sí mismo y transmitirlas
a su paciente en las formas, tiempos y expresiones más adecuadas…
En Homeoeducación, en
Homeofilosofía, en Homeociencia, en
Homeopsicología, nadie ha de decidir por nadie, nadie ha de pretender a priori
saber las respuestas sobre nada, nadie ha de juzgar o condenar como “bueno” o
como “malo” tal camino o tal objetivo, ni como “buena” o “mala” tal decisión o
tal respuesta… En cada situación
particular el paciente es el único que sabe, él es el responsable de lo que le
pasa y de él dependen su curación profunda, su alivio transitorio o su
estancamiento crónico… Y, por ello, toda
percepción profunda del Sanador Integral, toda Ciencia y Sabiduría, todo amor
posible, han de estar no dentro de sí sino en el interior del otro cuando
ocurre la consulta auténticamente homeopática…
Un “noveno” al menos, entre las
Fuerzas Homeopáticas, ha de surgir de esta especialísima comunicación entre las
psiques de médico y paciente… Cuando, con
humildad y generosidad, el Verdadero Médico logra interconectarse con su
enfermo, de interior a interior, de alma a alma, de corazón a corazón,
frecuentemente comienza ya la
Iluminación o la
Curación , aun antes de que se haya decidido qué
medicamento homeopático es más adecuado a esta patología en particular… El
paciente, en estos casos muy frecuentes, revela y refleja durante la
comunicación homeopática que “se siente mejor”, que “desde que comenzó a hablar
con el médico sus molestias comenzaron a disminuir”…
En
el rumbo de la Salud
Integral y de nuestra identidad como Sanadores Integrales,
tal vez ayude recordar esta tarea médica de la Homeopsicología ,
en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un
Sicoterapeuta Integral (SI) (O, si prefieren: Sicólogo Integral –SI-,
o Silente Integral –SI-, en el
sentido de la Escucha atenta, intuitiva y curativa)...
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Septima Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (conciencia, solidaridad, lucha, compromiso,
resistencia, etc.) que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos
para bien de nosotros y de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura
Sociosofía (“Sabiduría acerca de lo
social-cultural-económico-político”) le llamaremos frecuentemente “Homeosociosofía”,
para recordar que, de todo lo que pudiera
leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse-decidirse-vivirse-actuarse sobre la
Sociosofía, lo que nos interesa esencialmente
es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de
los que nos rodean…
Dijimos también que “el potencial Sanador de las Fuerzas
SI incluye y alcanza a grupos de
personas, hechos o situaciones”, y eso aplica, esencialmente, a nuestra
Homeosociosofía. El Sanador Integral
no sólo ha de atender y ayudar de persona a persona, ni sólo en los límites de
su consultorio, pues también tiene en
su ser-saber-hacer un potencial curativo para familias, comunidades y
sociedades que ha de lograr desplegar más allá del espacio en el que
atiende a algunos enfermos…
Conforme a lo señalado en la Introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Sociosofía y a su Homeosociosofía nosotros le hemos
asignado el Color Índigo, el sexto
color que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… El Índigo o Añil es un
azul oscuro que se acerca al violeta, e indica una mezcla de intuición y espiritualidad… Según el hinduismo y la
teoría de los colores del mandala, a cada uno de los chakras le corresponde un
color. El añil va asociado al sexto chakra (ajñá-chakra o tercer Ojo).
Representa la espiritualidad relacionada
con los hechos de la vida, el conocimiento y la percepción. Se dice que
ayuda a despejar el camino a la consciencia del yo espiritual… Se asocia a
felicidad, tranquilidad, positividad,
intuición, arte, emotividad, sobriedad, superación personal, sinceridad, autoridad, gran autoestima,
pensamiento creativo, curiosidad, conceptualización, apertura, integridad, seriedad, poder,
serenidad, romanticismo…
Desde el punto de vista de la salud
se dice que el índigo es un color muy poderoso para la psique. Se le asocia con
el funcionamiento del cerebro y es un estimulante de la imaginación y de la intuición.
También es un fuerte sedante.
Representa también devoción y afecto, participando del azul
en su mutuo deseo de colaborar y ayudar a
los demás… Se dice que el individuo índigo es una persona cariñosa y muy comprensiva. Es precisamente por su
facilidad para comprender las cosas y dar buenos consejos por lo que la gente
disfruta con su presencia… Para los índigo, el
altruismo es una verdadera satisfacción. Incluso a veces ayudan sin darse
cuenta con algún comentario que quien está con ellos necesitaba oír… De hecho
son personas muy intuitivas, aunque también muy lógicas, que saben encontrar el
equilibrio entre la mente y los
sentimientos… Irradian una especie de candidez y ternura admirada por mucha
gente. Desean disfrutar todo lo posible de la vida. Les gustan las cosas sencillas y sobre todo el contacto con la gente.
Pasar un día en el parque con un ser querido puede hacerles enormemente
felices. Suelen ser personas muy profundas que buscan ante todo en las personas
la sinceridad… Tienen la capacidad de
transformar profundamente todos los ámbitos de la vida. Por eso se dice que
es el color de la Nueva Era, el color de Acuario, y conlleva la transformación absoluta mediante el derrumbe
de todos los esquemas sociales y la instauración de nuevas formas de
reestructuración integral de la sociedad. Este “color”, señalan los
estudiosos, nos acercará a nuestro verdadero estado de ser, y al renacimiento total tras el fin de lo
conocido hasta ahora… El Índigo era un color poco frecuente hasta hace unos
años. Ahora, sin embargo, es el color que envuelve en estos momentos nuestra
existencia y que parece conducirnos hasta la metamorfosis total, donde nuestra esencia más profunda aflorará y
acercará a la luz nuestras almas… El espíritu
innovador y transformador de este color, palpita en nuestros corazones y en
nuestra motivación por encima de cualquier otra forma de buscar la felicidad en
nuestro actual universo… De ahí características como: sensibilidad, idealismo, espíritu conciliador, rebeldía, inconformidad,
espíritu creativo, sentido humanista, sociabilidad, amistad, liderazgo,
autoridad, poder, compasión, solidaridad, amor…
De la oscuridad a la Luz a través
del claro-oscuro de las tonalidades añiles o índigo: Índigo Oscuro Liderazgo, Renacimiento, Espiritualidad encarnada… Índigo Intenso Transformación,
Solidaridad, Reestructuración social… Índigo
Claro Romanticismo, Idealismo, Amor…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades añiles o índigo: Índigo Oscuro Soberbia, Tendencia
antisocial, Autoritarismo, Prepotencia Manipulación, Hipocresía, Desobediencia,
Angustia, Depresión, Melancolía, Aislamiento (se dice que hay que tener cuidado
con un Índigo negativo)… Índigo Intenso
Obsesividad, Perfeccionismo, Hiperactividad, Hipercinesia, Impaciencia, Miedo,
Tristeza, Rebeldía, Inconformidad, Desconcentración, Adicciones, Exceso
místico, Caprichosidad, Arrogancia, Vanidad, “Idealismo”, Irrealidad
(utopismo)… Índigo Claro Frustración,
Irritabilidad, Pensamientos negativos, Introversión, Timidez, Torpeza,
Desconexión de lo cotidiano, Distracción, Aburrimiento, Adormecimiento,
Nostalgia, Ingenuidad… Índigo Salud Positividad,
Superación, Autoestima, Creatividad, Apertura, Integridad, Altruismo,
Sociabilidad, Espíritu innovador y transformador, Idealismo, Rebeldía, Espíritu
conciliador, Sentido humanista, Compasión, Solidaridad (y muchas otras
características señaladas antes)…
Si el Verde es el color de la Salud
de la Naturaleza en general y de nuestra Naturaleza corporal (físico-química-biológica), y el Azul es el color de la
Salud de nuestra Naturaleza psíquica
(mental-psicológica-emocional), el color Índigo
es claramente el color de la Salud de
nuestra Naturaleza social
(interpersonal, familiar, comunitaria, socio-económico-cultural-política)… Es
el color de la Lucha, de la Resistencia y de la Transformación Social… El
Sanador Integral, además de entenderse como un servidor de las personas
particulares y concretas, ha de
comprenderse también como un sanador de las familias, las comunidades y los
pueblos, como un Liberador de las
situaciones que oprimen, encadenan, frenan y disminuyen al ser humano como
individuo y como sociedad…
Índigo Solidaridad, entonces. Índigo
Lucha y Resistencia. Índigo Transformación y Nueva Sociedad… Eso es y ha de ser
la Homeosociosofía en nuestra
Universidad, y eso es o ha de ser la Homeosociosofía
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
7. El Sanador Integral ha de ser un Luchador
Social
“¡Que pronto nos
olvidamos de la angustia de la gente! ¡Qué
fácil correr detrás de la falsa
luz que va y viene! (Pablo
Neruda)
Querido
hermano y amigo: No sólo el hombre individual está o es intrínsecamente
“enfermo”… También como “humanidad”, como sociedad, como conjunto de
interrelaciones humanas, hay un proceso permanente de recomposición, de
madurez, de evolución, que conlleva “crisis”, “errores”, “malestares”, “malas
decisiones” y que simplemente señalan una
“Enfermedad Social” que afecta a las personas particulares y que también –y
especialmente- hay que atender… A veces un individuo está enfermo sólo
porque su sociedad o su entorno están enfermos. Hay desempleo o carencias
económicas básicas o marginación social o violencia institucionalizada y eso
disminuye o enferma a muchas personas y señala y expresa un “tejido social” que
se está descomponiendo y que clama por curación y ayuda…
Según
nuestro punto de vista, no existe un término que conjunte, de la manera más
armónica y completa posible, las diferentes ciencias o disciplinas que estudian
los aspectos sociales, económicos, políticos y culturales del ser humano. Por
ello, proponemos este concepto: “Sociosofía”
(“Sabiduría acerca de lo
socio-cultural-económico-político”). En este tema reflexionaremos en torno
a la Sociología ,
la Cultura , la Economía , la Política , la Antropología
científica, buscando las Fuerzas Homeopáticas que nos ayuden a sanar y a crecer también como Familia, como
Comunidad, como Sociedad...
El Verdadero Médico ha de saber mirar más allá
del hombre individual que tiene en su consultorio. Por este hombre que está aquí ha de saber
mirar más allá de él, ha de percibir su ambiente, ha de comprender el conjunto de sus relaciones interpersonales, sean
familiares, de trabajo, de amistad, de conflicto, de grupo… Su “historia
clínica”, hoy más que nunca, ha de contener información y reflexión acerca de
sus asuntos económicos, sociales, políticos, etc., pues muchas Fuerzas
Homeopáticas de gran importancia surgirán de este aspecto, en la búsqueda de la Paz y de la Salud plenas…
El
Sanador Integral ha de saberse y sentirse parte del entorno
socio-económico-político de su paciente, ha de empatizar con sus “éxitos” y sus
“fracasos”, ha de “visitar” interiormente su casa, su trabajo, su ambiente; ha
de “conocer” a sus amigos, familiares y vecinos, así como a las personas con
quienes tenga conflictos; ha de
solidarizarse con sus preocupaciones y sus luchas en la situación particular
social de la que forme parte…
Allí mismo en el consultorio, médico
y paciente, han de percibir la “herida social” que les afecta a ambos, de la
que ambos son responsables, y que necesita de ambos para recomponerse e incluso
encontrar un nuevo y mejor “organismo sociopolítico”…
Es por eso que, especialmente en
esta área de la Medicina ,
el Verdadero Médico resulta con frecuencia confrontado y transformado, pues
descubre experiencialmente que no es un individuo aislado sino que existe en
comunión con otros seres, que todo
sufrimiento es también suyo, que toda herida le duele también a él y que la
persona que tiene delante es su hermana o su hermano, que la Salud es “salud todos” y “salud juntos”; que
nos curamos y nos salvamos todos, como
sociedad, como Humanidad, o nadie en realidad se cura ni se salva; que
tener dinero o bienes “yo” a costa de que otros no lo tengan, no es verdadera
riqueza; que tener oportunidades y acceso a bienes y servicios, mientras otros
carecen de ello a mí me disminuye y me enferma; que la democracia, la igualdad, la fraternidad, la libertad, un Mundo Nuevo
y una Sociedad Nueva empiezan desde mis propios hechos y actitudes…
Por este hombre que está aquí, sufriente, pobre, marginado, el Sanador Integral ha de alcanzarse a sí
mismo y percibir sus profundas y múltiples heridas y así saberse y experimentarse
ese hombre que está allí, sufriente,
pobre, marginado…
El
Verdadero Médico Homeópata, así, se convierte inevitablemente en un Luchador
Social, en un “hombre de Izquierda”… Se hace Médico desde la humanidad sufriente
y para la humanidad sufriente, desde los pobres y para los pobres… Sabe que su “consultorio” es también la
plaza pública y la calle, el mitin y la marcha, y que no sería Verdadero Médico
si no reclamara y buscara para todos lo que tiene o requiere para sí mismo… Es
un crítico y un rebelde del sistema –cualquiera que este sea- mientras no haya
un mínimo de bienestar socio-económico-político verdaderamente para todos…
Por razones altruistas y de
fraternidad solidaria, por supuesto, pero, sobre todo, por Salud Plena propia,
por Felicidad y Plenitud verdaderas, por razones de Bienestar Personal –“Amor a
sí mismo”, en el mejor de los sentidos-… Pues el hombre verdaderamente Sabio y “Sano”, Iluminado y Evolucionado, es
el único que no acepta estar sano –le
es imposible sentirse sano- mientras exista un solo congénere enfermo… Sólo
así, con esta radical urgencia, puede el Sanador Integral ser siempre y por
todas partes, al mismo tiempo, un Gran
Enfermo y un Verdadero Médico[11]…
En el rumbo de la Salud Integral y de
nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea
médica de la Homesociosofía , en dos
palabras y en una sigla: El Verdadero
Médico ha de ser un Solidario Integral (SI) (O, si prefieren: Socialista
Integral –SI-)...
8. Homeoespiritualidad (Fuerzas Homeopáticas desde la
Espiritualidad)
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Octava Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no materiales
o “invisibles” (Oración, Fe, empatía espiritual, experiencia religiosa, etc.)
que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos para bien de nosotros
y de los que nos rodean. Por tal razón a la Asignatura Espiritualidad le
llamaremos frecuentemente “Homeoespiritualidad”, para recordar
que, de todo lo que pudiera
leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse-decidirse-experienciarse sobre la
Espiritualidad, lo que nos interesa esencialmente
es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de
los que nos rodean…
Conforme a lo señalado en la Introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Espiritualidad y a su Homeoespiritualidad nosotros le hemos
asignado el Color Violeta, el
séptimo color que refleja la luz en el despliegue del Arco Iris… Mezclando azul
oscuro (el conocimiento ilimitado) con rojo vivo (actividad) se obtiene el
violeta, que representa, entonces, el
conocimiento ilimitado hecho vida o acción… Según la
filosofía-espiritualidad esotérica, el rayo violeta es un fenómeno que raramente
se ve en el aura ordinaria. Es el color
mas espiritual, ya que contiene la espiritualidad del azul sumada a los
elementos de vitalidad y poder del rojo. Es el color del iniciado y del adepto.
En realidad, apenas si pertenece al plano
terrenal, ya que es propio de la alta esfera de los seres espirituales… El violeta y el morado son colores de
transformación al más alto nivel espiritual y mental. Nos conectan también
con los impulsos musicales y artísticos, el misterio y la sensibilidad a la
belleza y los grandes ideales, inspirándonos sensibilidad, espiritualidad y compasión… El violeta ocupa el lugar
numero tres en la escala espiritual del color. EI numero uno es el blanco, y el
dos es el oro… Por mucho tiempo ha sido considerado el color regio: del poder y
la influencia, y todas las grandes almas están bajo su benigna protección. Su
presencia en el aura revela grandeza y merecimiento. La gente destacada por su amor desinteresado y su sabiduría irradia
hermosas tonalidades de violeta… Representa, por tanto, humildad, meditación, vida superior,
misterio, misticismo, sabiduría, visión, conocimiento interior, sueños,
templanza, ascetismo, penitencia,
religiosidad, desapego, trascendencia, idealismo, inmaterialidad, fuerza espiritual… Se le asocia también a calma,
tranquilidad, equilibrio, imaginación, intuición, paz, creatividad,
independencia, dignidad, serenidad, cambio, lucidez, reflexión, majestad,
juego, autocontrol, aristocracia, grandeza, ambición, nobleza, magia,
sentimiento, actividad, energía, sensualidad, arte, emocionalidad,
sensibilidad, abundancia, sofisticación, inteligencia, riqueza, pasión,
romanticismo…
Desde el punto de vista de la salud,
se dice que las tonalidades violetas tienen un profundo efecto sobre la mente,
y son utilizados por los psiquiatras como ayuda, para calmar y tranquilizar a
los pacientes que sufren problemas mentales y nerviosos… Dichos colores
equilibran la mente y ayudan a transformar las obsesiones y los miedos…
De la oscuridad a la Luz a través
del claro-oscuro de las tonalidades violetas: Violeta Oscuro Misterio, Espiritualidad, Transformación… Violeta Intenso Trascendencia, Amor
desinteresado, Conocimiento interior… Violeta
Claro Idealismo, Compasión, Humildad…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de las tonalidades violetas: Violeta Oscuro Muerte, Violencia,
Agresión, Transgresión, Engaño, Tiranía, Autoritarismo, Abuso de poder,
Depresión, Melancolía, Dolor, Pesadillas, Locura… Violeta Intenso Ambición, Impulsividad, Exceso místico, Pomposidad,
Egocentrismo, Orgullo, Autosuficiencia, Extravagancia, Frivolidad,
Artificialidad, Náusea, Desconexión de la vida… Violeta Claro Frustración, Culpa, Fantasía, Introversión,
Ensoñación, Nostalgia, Desapego, Indiferencia… Violeta Salud Humildad, Meditación, Vida superior, Misticismo,
Sabiduría, Visión, Conocimiento interior, Ascetismo, Desapego, Trascendencia,
Idealismo, Fuerza espiritual, Equilibrio, Paz, Creatividad, Serenidad,
Grandeza, Sensibilidad (y otras muchas características señaladas antes)…
Si el Verde es el color de la Salud
de la Naturaleza en general y de nuestra Naturaleza corporal (físico-química-biológica), el Azul es el color de la
Salud de nuestra Naturaleza psíquica
(mental-psicológica-emocional), y el Índigo es el color de la Salud de nuestra
Naturaleza social (interpersonal,
familiar, comunitaria, socio-económico-cultural-política), el color Violeta es claramente el color de la Salud de nuestra Naturaleza espiritual (espíritu-alma-yo
interior-yo trascendente)… El Sanador Integral
ha de descubrir su ser, su saber y su poder espirituales si quiere ser factor
de una Salud realmente trascendente e integral. Si logra
“tocar”-despertar-crecer las Fuerzas-Raíz espirituales en sus enfermos, estas
podrán desplegarse, como una cascada de Vida y de Salud, en su ser social,
psíquico y corporal…
Violeta Trascendencia, pues. Violeta
Amor desinteresado. Violeta Compasión. Violeta Humildad… Eso es y ha de ser la Homeoespiritualidad en nuestra
Universidad, y eso es o ha de ser la Homeoespiritualidad
y la Homeomedicina más allá de
nuestra Universidad…
8. El Sanador Integral ha de ser una Persona Espiritual, un
Sacerdote, un “Chamán”
“Tenemos
bastante religión para odiarnos unos a otros,
pero no la bastante para amarnos” (Jonathan Swift)
Querida
hermana y amiga: Los cuatro últimos siglos de “objetividad” y “cientificismo”
intentaron echar fuera del conocimiento a la Metafísica y, por
tanto, a la Espiritualidad
y a la experiencia de lo divino y trascendente. Pero no se puede desconocer y
desmantelar el ser sólo con afanes y razones… Negar el aspecto espiritual del
ser humano ha sido negar su esencia misma, su eternidad, sus infinitas
posibilidades, su unidad con el Todo, sus más profundos valores y sus más
extraordinarias capacidades… Ha sido disminuirlo y enfermarlo… Ha sido restarle
oportunidades de Felicidad y Salud Plena… Ha sido dejarle a la deriva, vacío,
solo, sin Origen y sin Sentido… Ha sido separarlo de los hombres, sus hermanos,
e incluso de sí mismo… Ha sido alienarlo y fragmentarlo… Ha sido deshumanizarlo
y cosificarlo…
El ser humano es Materia, es
Alma-Mente-Vida, pero es también Energía-Espíritu… El Verdadero Médico
Homeópata, durante el proceso curativo, ha de encontrarse con el Espíritu de su
enfermo a través de su propia Energía-Espíritu… Las Fuerzas Espirituales son
las Fuerzas Homeopáticas más poderosas, pero también las más sutiles y
escurridizas, y no se dejan manipular, ni “controlar”, excepto por Médicos
profunda y verdaderamente espirituales… “Nadie
da lo que no tiene”, y esto es especialmente cierto de las Fuerzas
Espirituales de Semejanza… Por eso, una de las grandes tareas en la Formación Médica
de un Sanador Integral es el “proceso de espiritualización” de sus estudiantes. Proceso que implica la conciencia y la
decisión plenas del alumno. Proceso que está más ligado a intensas experiencias
espirituales que a un conjunto de contenidos y doctrinas…
El
Sanador Integral ha de ser un hombre auténtica y profundamente conectado con
“el mundo de arriba” (lo metafísico y espiritual) para servir de relación de intermediación, de puente,
con “el mundo de abajo” (lo físico y material)… Ha de ser un “Sacerdote”,
un “ser sagrado” que recibe y comunica poderes de santificación y de
perfección, es decir, de Salud Verdadera y Plena[12]
–un “Chamán”, en conceptos latinoamericanos-… Un hombre entre dos mundos, enamorado de ambos, comprometido con ambos
–pues ambos son uno, están unidos-… Un hombre que sabe que el cielo no será
realmente cielo si no asume plenamente la tierra. Un hombre que sabe que la
tierra no será realmente maravillosa y completa si no logra asumir totalmente
su potencia de cielo… Un hombre “entre el
cielo y la tierra” que escucha y canta y danza “la música de las esferas”[13]…
Un ser humano honesto, ético, humilde,
generoso, paciente, revolucionario, lleno de esperanza, pacífico, capaz de
sacrificio, feliz, comprometido siempre con todos, pero especialmente con los
más pobres… pues ser “espiritual”, ser “sacerdote”, no es cuestión de
etiquetas o ritos o conocimientos, sino de actitudes y de hechos…
Ninguna escuela puede realmente
“graduar” en Psicología o en Medicina, pero mucho menos puede hacerlo en
Espiritualidad Homeopática. Ningún “plan de estudios”, ninguna serie de
contenidos, tiempos o métodos… Sólo la vida misma, los hechos, las
experiencias, los resultados, pueden dar testimonio de si un estudiante ha
llegado a ser o no un Verdadero Médico-Psicólogo-Luchador Social-Sacerdote[14]…
Pero hay que crear las condiciones y oportunidades para que esta transformación
suceda; hay que desearla, y crearla, y esperarla, a cada día, a lo largo de los
estudios y a lo largo de la vida… Pues el mundo está necesitado y anhelante de
estos Nuevos y Verdaderos Sanadores…
“Homeoespiritualidad”,
por supuesto… Pues aunque teóricamente –“de iure”- toda auténtica
espiritualidad es homeopática, en la práctica –“de facto”- existen
“espiritualidades” –en realidad “religiosidades”- que resultan no homeopáticas…
Se trata de las
“religiosidades” regañonas, o represivas, o deprimentes, o castigadoras, o
culpabilizantes, o manipuladoras, o dogmáticas, o atemorizantes, o alienantes,
o adormecedoras, o castradoras, o hipócritas, o legalistas…
En el rumbo de la Salud Integral y de
nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea
médica de la Homeoespiritualidad ,
en dos palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Sacerdote
Integral (SI) (O, si prefieren: Santificador Integral –SI-,
Sacramento Integral –SI-)...
9. Homeoágape (Fuerzas Homeopáticas desde el Amor)
Señalamos en la Introducción del Curso de Homeopatía Integral que “El ‘similia
similibus curentur’ implica poner en acción no sólo ‘fuerzas curativas
materiales’ en beneficio de un enfermo, sino también –y sobre todo- ‘fuerzas curativas no materiales’”. Esta Novena Asignatura provee también Fuerzas Homeopáticas no
materiales o “invisibles” (afecto, altruismo, solidaridad, sacrificio,
preocupación, etc.) que han de contribuir a la Sanación Integral que buscamos
para bien de nosotros y de los que nos rodean… El concepto “Amor” es complejo y
difícil, e intentaremos reflexionarlo y comprenderlo a lo largo de nuestro Curso.
Pero adelantemos desde ahora que hay dos vocablos griegos que señalan dos
diferentes tipos de amor: “Eros”, que
implica un “amor” más de sentimientos, más instintivo, erótico y sexual; y “Ágape”, que implica un “amor” más de la
voluntad, más de la psique y del espíritu, más en el rumbo del compromiso y de
la decisión. Como Fuerza Homeopática este último es el que estudiaremos con
mayor atención. Por tal razón a la Asignatura Amor le llamaremos frecuentemente
“Homeoágape”,
para recordar que, de todo lo que pudiera
leerse-estudiarse-aprenderse-pensarse-decidirse-experienciarse-hacerse hecho
sobre el Amor, lo que nos interesa esencialmente
es lo que aporte Fuerzas Homeopáticas que podamos poner en acción en favor de
los que nos rodean…
Dijimos también que “‘Sí’ ha de ser, sobre todo, en la práctica de cada día, las actitudes y
los hechos de calidez, de empatía, de aceptación, de comprensión, de amor, que
el Sanador Integral tenga-sienta-decida por cada enfermo que lo busque o que él
encuentre en su Camino”... Todo
esto nos conecta de lleno con el sentido profundamente eficaz y curativo de
nuestro Homeoágape…
Conforme a lo señalado en la Introducción, sobre “El Camino del Arco Iris”, a la Asignatura Amor y a su Homeoágape nosotros le hemos asignado el
Color Blanco, el “noveno”, el último
y superior, el color que reúne en la luz a todos los demás colores, el color
que cierra, como con broche de luz, la danza multicromática del Ser, del Saber
y del Hacer… El Color Blanco, dentro de la teoría física de la luz, contiene a
todos los demás colores, en una integración
de todos ellos… El Blanco es un color muy difícil de encontrar, ya que –se dice
en el estudio esotérico y espiritual de los colores- representa una evolución espiritual muy alta. Es el color perfecto,
hacia el que tendemos todos. Si viviésemos en completa armonía, todas nuestras
vibraciones cromáticas se mezclarían y tendríamos un aura del blanco más puro. Por ello, representa a una persona que ha logrado
integrar a su ser todos los colores y es capaz de vivir cada uno de los caminos
y metas que ellos señalan… El Blanco representa la Luz, la Espiritualidad, lo Trascendente, lo Absoluto, la Divinidad, la Unidad, el Amor,
Dimensiones Elevadas, Salud y Sanador,
Conexión con el Universo, Subordinación a una Fuerza Superior… Expresa también
la idea de inocencia, infancia, pureza,
iluminación, conciencia pura, conocimiento, verdad, virginidad, perfección,
seguridad, fortuna, frescura, simplicidad, cielo, paraíso, optimismo, calor, transparencia,
día, despertar, amplitud, creatividad, humildad, sinceridad, unicidad, juventud, felicidad, triunfo, gloria,
inmortalidad, rendición, modestia… En heráldica el Blanco representa fe y
pureza…
La
“actitud” del color Blanco es la que más se parece a la actitud del Amor, pues
es un color latente, receptivo, capaz de potenciar los otros colores vecinos,
creando una impresión luminosa de vacío
positivo y de infinito. Por ello, el blanco es el fondo universal de la
comunicación gráfica… Representa entonces, como hemos dicho, el Amor y la Unidad, y, en este sentido,
a la Salud y al Sanador. Por eso se
considera el color más protector de
todos, aporta paz y confort, alivia la sensación de desespero y de shock
emocional, ayuda a limpiar y aclarar las emociones, los pensamientos y el
espíritu. El blanco es el color que puede
hacer sentir libertad y favorece olvidarse de las opresiones… Se asocia a paz, suavidad,
estabilidad, calma, armonía, bondad,
redención, desprendimiento, limpieza, positividad,
afirmación, bendición… Es un color apropiado para organizaciones
caritativas… Así como a los ángeles se les asocia con ropas blancas, así al
blanco se le asocia con salud,
hospitales, médicos, enfermeras y esterilidad…
De la Luz a Más Luz, pues vivimos en
un mundo de colores que no vemos, del mismo modo que hay sonidos que no
percibimos. Nuestro ámbito de percepción es muy limitado. Más allá de los tonos
del arco iris existe una cantidad insospechada de colores, tan brillantes y
maravillosos que nos cegarían si pudiésemos verlos… Por eso el Sanador Integral
ha de comprender que ni siquiera en el Blanco Luz acaba su Viaje a través del
Arco iris. Hay más. Mucho más. Siempre más, en su Viaje Espiral de Luz
Multicromática Infinito y Eterno…
De la Luz a la oscuridad y a todos los
colores a través del claro-oscuro de todas sus posibles tonalidades,
pues la Luz existe precisamente para mezclarse con la oscuridad, y
sanarla-iluminarla, y así llenar los “vacíos de luz” de cualquier tono y de
cualquier color: Blanco Profundo
Integración, Unidad, Universalidad, Divinidad… Blanco Intenso Amor, Luz, Salud, Bendición… Blanco Claro Humildad, Armonía, Afirmación, Paz…
De la enfermedad a la Salud,
también, a través del claro-oscuro de todas sus posibles tonalidades: Blanco Oscurecido Cobardía, Abulia,
Aislamiento, Sensación de vacío… Blanco
Intenso Falta de compromiso, Distanciamiento, Insatisfacción, Ligereza,
Superficialidad, Meticulosidad, Perfeccionismo, Abstracción… Blanco Claro Soledad, Frío, Falta de
vitalidad, Debilidad, Vulnerabilidad, Aburrimiento, Indiferencia… Blanco Salud Espiritualidad, Unidad,
Amor, Pureza, Iluminación, Conocimiento, Optimismo, Creatividad, Sinceridad,
Fe, Felicidad, Libertad, Positividad (y muchas otras características señaladas
antes)…
Aunque parezcan tan contrarios y
opuestos, en realidad el Negro y el Blanco son semejantes. Hay en el Negro,
decíamos, un vacío-oscuridad, un vacío-hambre que hace brotar la luz y la danza
de todos los colores. El Blanco, decimos
ahora, es también como un vacío, vacío-luz, vacío-amor, vacío
humildad-apertura-receptividad puras, vacío positivo que busca
encontrarse-abrazarse con toda oscuridad para llenarla de su fuego y de su luz…
La esencia del Blanco es encontrarse con
el Negro, de la misma forma que la esencia de la Luz es encontrarse con la
oscuridad, y de la misma forma que la esencia del Sanador Integral es
encontrar, abrazar y sanar la enfermedad… La esencia de estas polaridades aparentes es la Unidad, la
Complementación, la Integración, el Amor… Al “final” del Arco Iris
Circular-Espiral, el Blanco se encuentra y se abraza con el Negro y pronuncia
sobre él un nuevo “¡hágase la luz!” que da comienzo a un nuevo despliegue de
los siete colores, en un nivel superior… Del Negro al Blanco, a través de cada
color, en sus infinitas tonalidades. Del Blanco al Negro, también a través del
Arco Iris, en su Camino Inacabable de Salud y Perfección… ¿Puedes ver aquí
querida hermana y amiga, querido hermano y amigo, a todo color, la bella y
necesaria Misión del Sanador Integral?...
Blanco-Luz Unidad. Blanco-Luz
Integración. Blanco-Luz Amor… Eso es y ha de ser el Homeoágape en nuestra Universidad, y eso es o ha de ser el Homeoágape y la Homeomedicina más allá de nuestra Universidad…
9. El Sanador Integral ha de ser un ser humano
desbordante de Amor
Querido
hermano y amigo: El Amor es, en realidad, la clave de las Fuerzas Homeopáticas… En el
Amor reside el Poder Sanador Integral… Hay que decirlo fuerte y claro,
a pesar de la devaluación y el desgaste de esta palabra… “Amor” suena a
sentimentalismo, cursilería, a algo poco confiable y “objetivo”, a algo que no
sería claro y manejable para la “ciencia médica”…
Pero no hay nada más cierto ni más
fundamental: “All you need is love”
(“Todo lo que necesitas es Amor”)… La
enfermedad, en cualquiera de sus formas, es básicamente una carencia de Unidad,
una falta de Amor… La salud, por el contrario, es fundamentalmente la
conciencia-experiencia de la
Unidad y la presencia-experiencia del Amor[15]…
Por ello, el Verdadero Médico ha de ser un ser humano desbordante de Amor, en
todas sus expresiones: compasión, ternura, afecto, empatía,
solidaridad, generosidad, comprensión, aceptación, perdón, respeto, servicio,
paciencia, sacrificio, incondicionalidad… Si el Sanador Integral no
tiene esto, si no es esto, de nada
servirían sus globulitos homeopáticos o sus conocimientos o su destreza médica…
Si no tiene esto, si no es esto, se
convertiría, por desgracia, en un factor más de desequilibrio y de enfermedad
para sus pacientes y para su entorno…
En esta forma especial e integral de
concebir la Medicina
se puede, quizá, ser un “mal científico” o un “psicólogo poco perceptivo” o un
“educador torpe”, y aún así ser factor de curación y de crecimiento para otra
persona. Pero no se puede curar, hacer crecer, o alcanzar la Salud Integral , ni
para sí mismo ni para otros, si no se es el Amor, si no se tiene al Homeoágape como el Centro Vital de la Homeostasis-Homeodinámica -Homeopatía que se
intenta poner al servicio de los demás…
Dirán ustedes, tal vez, que es esta
una exigencia terrible e imposible de satisfacer y que entonces no podría haber
Verdaderos Médicos. Pero no es así. Piénsenlo bien… Somos Amor. Hemos sido creados –estamos siendo creados- desde el Amor y
para el Amor… Es esta, más bien, la única capacidad que está al alcance de todos los seres humanos,
independientemente de su condición económica, social, intelectual o académica…
Por más que me esfuerce, tal vez no llegaré a tener la sensibilidad artística
suficiente para ser un Verdadero Artista-Médico. Por más que lea, estudie y
reflexione, tal vez no lograré llegar a ser un Verdadero Médico-Pensador… Pero la capacidad de amar está en todo momento a
mi alcance, pues la clave de esta capacidad no está ni en el esfuerzo, ni en
una aptitud determinada, ni en mis sentimientos y emociones, ni en mi
inteligencia, sino en la decisión de
mi conciencia interior…
Por eso hemos señalado que se trata
de Homeoágape, pues, a diferencia del
amor-eros, el Amor-ágape sucede no en la
esfera de los sentimientos, ni en la esfera de la inteligencia, sino en la
esfera de la Voluntad …
El amor-eros es, o puede ser, parte importante y complementaria del amor-ágape,
pero no le es esencial… Puedo no estar enamorado y Amar. Puedo no
tener ningún ánimo ni deseo de Amar y sin embargo hacerlo. Puedo incluso tener
aversión o disgusto por una determinada decisión del Amor y no obstante tomarla
sin ninguna vacilación[16]…
¿Es entonces, este Amor, frío,
difícil y como una especie de penoso deber u obligación? De ninguna manera. Si
un “amor” es “frío, difícil y como una especie de penoso deber” entonces no se
trata del Amor. Será masoquismo, o neurosis, o alienación, pero no se tratará
del Amor del que aquí estamos hablando… El Homeoágape,
en el acto mismo de su decisión de Amor, crea la calidez, la facilidad y la
alegría inherentes a su actitud o hecho de Amor… Especialmente porque el
Verdadero Amor Sanador es en esencia un Triple Amor en perfecta e indisoluble
unidad: Amor a Dios, Amor a los demás y Amor a mí mismo (“Amarás
a Dios… y a tu prójimo… como a ti mismo”)[17]…
Es precisamente este “Amor a mí mismo”, vivenciado en esta Triple Dimensión, el
que hace imposible que el hecho o la actitud del Verdadero Amor pudiese ser
“frío, difícil y como una especie de penoso deber”…
“Amarme
a mí mismo”, sin amar a Dios y a los demás, es mero egoísmo y enfermedad y no
tiene nada que ver con el Amor-eros y mucho menos con el Ágape-Amor… E,
igualmente, decir o pretender amar a Dios y/o a los demás, sin amarme a mí
mismo, además de una forma más sutil del egoísmo es enajenación y pérdida del
ser, es patología profunda destructiva y para la que urge curación…
El
Homeoágape es un Amor profundamente
Libre. No tiene nada que ver con necesidades o impulsos o dependencias o
compulsiones. Se desenvuelve en la más absoluta Libertad… No se trataría de
una verdadera decisión si no ocurriera en el centro mismo del libre albedrío y
si el sujeto no tuviera clara conciencia-experiencia del Triple Objeto de su
Amor (yo-los demás-Dios)…
En el rumbo de la Salud Integral y de
nuestra identidad como Sanadores Integrales, tal vez ayude recordar esta tarea
médica del Homeoágape, en dos
palabras y en una sigla: El Verdadero Médico ha de ser un Servidor
Integral (SI) (O, si prefieren: Semejante Integral –SI-, Sostén Integral –SI-)...
“Duc in altum” (VVV)
“VE más lejos, VE más alto, VE más profundo”
Homeopatía Integral
[1] Esta idea se podrá reflexionar mejor en el tema “Escultura Lenta” (Libro 9)... Nótese que lo que decíamos atrás
sobre el color Negro y su simbolismo de
“oscuridad-ignorancia-silencio-humildad”, como punto de partida previo al acto
educativo, se ve muy bien reflejado en esta idea de “criaturas pobres y ciegas
que requieren de toda la luz y de toda la ayuda del otro”, así como la idea
de “criaturas poderosas y luminosas capaces de hacer luz y diferencia en la
otra persona” refleja excelentemente el acto educativo mismo como
despliegue de color y de luz…
[2] Los conceptos “Sembrador”, “Semilla” y “Simiente” se profundizarán en el tema “1.0. Somos Semilla en
Movimiento”, en el Libro 0… El concepto, “Savia Integral”, se comprenderá mejor en el tema “El Arcano del Crecimiento y de la Madre ”, del Libro 1...
[3] Estas ideas se
profundizarán en el tema “El Cómo de la
Curación” (Libro 8)…
[4] Véase más adelante, sobre esto, el tema “El Principio Homeopático de Semejanza o del Amor” (Libro 8)...
[5] El subtítulo de este Curso de Homeopatía Integral (SInfonía en SI Mayor) se origina, precisamente, en este concepto del
Médico como un Artista que ejerce la Medicina homeocreativamente,
en forma análoga a la creación, estudio y ejecución de una bella y acabada
SInfonía...
[6] La profundización de estas ideas se hará en el tema “Escultura Lenta” (Libro 9) y en el tema
“El Arcano del Crecimiento y de la Madre ” (Libro 1)...
[7] En esta analogía de
“ensuciar la tela” y de “romper la piedra” incluso la cirugía sirve de ejemplo
de la necesidad de “abrir”, “romper”, “sangrar”, “ensuciar”, con el objetivo de
“sanar”…
[8] Esto se profundizará en el tema “La Curación es la Consecución de un
Hombre Nuevo” (Libro 7)…
[9] Alexis Carrel, por ejemplo, en La
incógnita del hombre...
[10] Sobre esto hablaremos detenidamente en el tema “La
Enfermedad , Voz y
Camino hacia la Salud ”
(Libro 1)...
[11] Sobre este asunto véanse también las reflexiones del tema “El Verdadero Médico” (tema 5.0. del Libro 0) y del tema “El Cómo de la Curación ” (Libro 8)...
[12] Véanse las reflexiones sobre esto en el tema “El Verdadero Médico” (tema 5.0. del Libro 0) y también en el tema
“El cómo de la curación” (Libro 8)...
[13] Concepto de Pitágoras, en relación a lo que aquí se está explicando...
[14] Esta tétrada conceptual, “Médico-Psicólogo-Luchador
Social-Sacerdote”, se explicará más en el tema “La
Curación es Una”
(Libro 5)...
[15] Esto se explicará en el tema “La Enfermedad , Voz y Camino hacia la Salud ” (Libro 1)...
[16] Todo esto se explicará ampliamente en el tema “Eros y Ágape” (Libro 7)...
[17] “El Amor Trino” será otro de
los temas de la Asignatura
“Homeoágape” y que abordaremos en el
Libro 9...
para mi es un honor compartir una sabiduria mas en mi vida , doy gracias a su sabiduria que nos permite tambien compartirla con usted desde la distancia un saludo de isarenacer namaste
ResponderEliminar