¡NO SE APRENDE EN LOS LIBROS! (3)
Ni la Música ni nada realmente
verdadero y valioso se aprende de los libros… Ni la Medicina … ¡Está allá
afuera!... ¡Está también “allá arriba”!... ¡Está, sobre todo, “dentro de ti”!...
August
entra nuevamente a la iglesia cuando no hay nadie y sube hasta el colosal
Órgano tubular situado en la parte posterior... Se sienta frente a él... Lo
mira y lo admira... Sus ojos y su corazón parecen rogar con humildad a sus
innumerables tubos, botones, teclas y registros, la revelación de sus secretos
musicales... Lo enciende... Uno de sus pies –apenas alcanza- presiona una nota
en el teclado del piso y se oye una nota grave, profunda y poderosa... “¡No creerá esto, reverendo! –le dice la
pequeña niña del coro al responsable de la iglesia, en otra escena-. ¡Venga rápido!”... “Tranquila, tranquila, con calma”... “Debe ver lo que pasó”... La escena regresa a August quien después de
sus exploraciones comienza a tocar, como si conociera ese gran instrumento de
toda la vida... Muy suave y lento, inicialmente, en el teclado más cercano a su
cuerpo... Luego, más velozmente y con más fuerza en el teclado superior...
August voltea hacia arriba con frecuencia, como queriendo ver y paladear cada
nota y cada acorde que brotan de esos inmensos tubos por la magia de sus manos...
“¿Recuerda que tuvimos una clase sobre
Mozart?” –le dice la niña al ministro, a quien toma de la mano y lo lleva
de prisa-... “Sí, claro”... “Nos dijo que
era como un ‘pródigo’ musical”... “Un prodigio” –corrige el sacerdote-... “Exactamente. Bueno, pues tengo uno de esos
y vive bajo mi cama”... August aumenta cada vez más el número de teclas,
registros y botones utilizados, y la música se oye cada vez más vigorosa e
impresionante. Sus dos pies se mueven en el teclado inferior, y sus manos
alternan en el teclado medio y superior, a veces juntas en uno de ellos, a
veces una en el de arriba y otra en el intermedio... “Espere a ver esto”
–le dice la niña, cuando llegan a la iglesia-... La escena es impresionante: un pequeño niño frente a decenas de enormes
tubos, de donde sale una Música que sobrecoge el alma... Escalas de notas
agudas velocísimas, como las gotas interminables de una cascada, en un fondo de
acordes de hasta cuatro notas de registro medio con una mano y dos notas de registro
bajo por medio de los pies, que cambian vertiginosamente de tonos mayores y
menores... Variaciones de volumen, desde lo más suave y sutil, hasta sonidos
poderosísimos y que con sus vibraciones majestuosas hacen sonar también, como
en un trémolo constante, todo alrededor de August... La escena termina con la
cámara subiendo hacia lo más alto del gran órgano donde un juego de luces
brillantes asoma desde el cielo, a través de la ventana[1]...
¡¡¡Está dentro de ti!!!
[1] Descripción e interpretación aproximadas de lo que se ve y oye en la película “August Rush”…
(Del tema "SInfonía en SI Mayor"... del Libro "0. Sanadores Integrales"... de la serie "SInfonía en SI Mayor")
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